Repudio y malestar generó entre ciudadanos, cámaras empresariales y otros sectores la iniciativa del Gobierno de aumentar a dos días la restricción vehicular, a partir del próximo lunes.
La medida es un paliativo para reducir el caos originado por el cierre de un tramo de la carretera de Circunvalación, la principal arteria vial del casco capitalino.
No obstante, muchos sectores creen que la medicina podría resultar peor que la enfermedad.
Dejar el carro en la cochera de la casa dos días abre interrogantes como quién y cómo llevar los niños a la escuela o el colegio, cómo trasladarse al trabajo si no hay autobuses en esa ruta o cuánto bajará el marchamo (derecho de circulación) si se restringen el derecho de sacar el carro.
“Mi esposo trabaja en Heredia. Los dos carros tendrían la doble restricción los miércoles; o sea que ese día, que salía a las 4 p.m. del trabajo, voy llegando a la casa a las 8 (p. m). Así o más horrible. Quiero que me digan si hay una emergencia, qué hacemos”, cuestionó Ivonne Carballo en el perfil de La Nación en Facebook.
¿Teletrabajo? La Defensoría de los Habitantes se unió al reclamo de ciudadanos y pidió al Gobierno buscar alternativas como teletrabajo y horarios escalonados en lugar de medidas restrictivas.
Pese a las críticas, el ministro de Obras Públicas y Transportes, Pedro Castro, dijo que la restricción doble va. “Trabajamos el decreto y esperamos que el próximo lunes aplique. Tenemos gran apoyo del Tránsito para aplicarla”.
Entre tanto, las cámaras empresariales cuestionaron el impacto para el sector productivo.
“No puede ser atropellada la libertad de tránsito de las personas ni de empresarios que transportan sus productos con el fin de resolver este tipo de situaciones, que son resultado de una improvisación permanente de parte de las autoridades”, señaló Jaime Molina, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep).
Para Molina, estas medidas reflejan total desconocimiento de la dinámica económica del sector.
El presidente de la Cámara Costarricense de la Construcción, Gonzalo Delgado, instó al Gobierno a buscar alternativas “reales y técnicamente justificadas” que permitan el transporte de personas y mercancías de manera eficaz.
José Manuel Quirce, presidente de la Cámara de Representantes de Casas Extranjeras, citó algunos efectos del cierre de esta importante carretera, como es el aumento en tiempos de tránsito, más consumo de combustible, mayor demanda en la flotilla, aumento en el pago de horas extras a los choferes y, por lo tanto, en los costos de producción.
Los empresarios recordaron que el país muestra una caída en competitividad. Por ejemplo, el Foro Económico Mundial lo coloca entre los peores en calidad de vías: posición 125 de 148 economías.