El dinero ganado con la concesión del redondel de Zapote en fin de año enfrenta al Hospicio de Huérfanos y a la Municipalidad de San José.
El orfanato reclama ¢1.200 millones por seis años de concesión del redondel a empresas privadas.
Solo en el 2012, esta concesión se otorgó por ¢400 millones, de los cuales se reclaman ¢200 millones.
“Es plata que el hospicio necesita y que le corresponde”, dijo Boris Molina, abogado de la entidad.
Sin embargo, el Ayuntamiento insiste en que no les corresponde dar dinero por una concesión.
¿Qué sucedió? Hasta el 2005, los Festejos Populares eran administrados por comisiones.
Esos grupos administraban el redondel y recibían ganancias por este. El hospicio recibía el 50% de lo ganado –incluyendo el redondel–, según lo estipula la Ley N.° 4286.
No obstante, Jorge Arturo Villalobos, quien estuvo al frente de las fiestas entre el 2007 y el 2012, dijo que las comisiones dejaban pérdidas. “En 2007 se decidió que ya no habría comisiones y que sería la Municipalidad la que asumiera los festejos; pero el redondel se dio en concesión”, afirmó Villalobos.
“Hemos entregado lo correspondiente a chinamos y juegos mecánicos”, añadió.
El hospicio reclamó el 50% de la concesión del redondel al exalcalde Johnny Araya, quien consultó con la Dirección Legal del municipio.
La consulta fue respondida tres días después de la salida de Araya del Ayuntamiento y se resolvió que el dinero sí debía darse al hospicio.
No obstante, 15 días después se revocó la decisión y se dijo que no hay obligación de dar los fondos, ya que el redondel es un bien municipal y puede concesionarse.
Molina piensa que es absurdo. “No hay diferencia legal entre un puesto de churros en el campo ferial y el redondel. El redondel es lo que más plata genera y nos están debiendo mucho”, aseveró.
Sandra García, actual alcaldesa, se mantuvo firme en que ese monto no le corresponde al hospicio. “El redondel se concesiona; es un inmueble municipal y no es parte de los festejos”, señaló García.
Molina recalcó que acudirán al Concejo municipal y, si es del caso, a los Tribunales.