Paso Canoas.-
Entre viernes y sábado, la Cruz Roja Costarricense ha atendido a 26 de los centenares de africanos varados en la frontera sur con Panamá, principalmente con problemas musculares y para hacer control de hipertensión arterial.
Así lo explicó el jefe nacional de Socorristas, Carlos Herrera, quien comentó que han identificado a 19 embarazadas entre los africanos y 23 niños menores de cinco años, población a la que pondrían mayor atención.
Herrera, designado como jefe de operaciones en el puesto fronterizo de Paso Canoas de la Cruz Roja, explicó que han dado atención a varios de los africanos que llegaron entre semana a la frontera norte, porque hicieron caminatas de varios días para llegar a esa zona, durmieron a la intemperie y en zonas aledañas a ríos.
En Canoas, los africanos han pasado las noches en la calle y, en el día, se desperdigan por la comunidad en cabinas, sodas, puestos de juegos y otros lugares donde puedan conseguir una sombra que les aplaque el calor.
La Cruz Roja ha establecido un operativo aún pequeño, para dar atención a los africanos y poder asegurarles, por el momento, una ración diaria de alimentación.
Cada ración cuenta, según dijo Herrera, con una botella de agua, jugos de frutas, galletas y alguna fruta.
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Herrera añadió que, por el momento, ese cuerpo de socorristas no han montado ni un toldo, ni un albergue ni nada similar para darles atención a los africanos, por respeto a la decisión del gobierno de Luis Guillermo Solís de no montar albergues en la zona para atender a los migrantes.
Añadió el socorrista que por el momento nadie ha asumido la responsabilidad sobre el grupo de africanos, ni Fuerza Pública ni Migración.
Estos cuerpos gubernamentales solo les cierran el paso a los migrantes, para impedir que pasen por el país ilegalmente.
Por su parte, la Fuerza Pública reportó que no ha habido ningún incidente ni sobre vandalismo en la zona. Por la mañana, cerca de las 9 a. m., un grupo de los migrantes se "escapó" camino hacia el interior del país, pero fueron retenidos por un puesto policial más avanzado y, finalmente, se devolvieron.
La situación se están empezando a parecer a la originada en noviembre del 2015, cuando el gobierno de Daniel Ortega cerró la frontera con Nicaragua al paso de los cubanos migrantes y casi 8.000 isleños quedaron varados en el país.
Este miércoles, el canciller costarricense, Manuel González, aseguró que no se volverá a abrir una atención de la situación similar a la establecida con los cubanos, que recibieron una excepción a través de un corredor aéreo por El Salvador, Guatemala y México hacia Estados Unidos.