El puente sobre el río Chirripó, en Matina (ruta 32), Limón, es el segundo más grande del país, solo superado por el puente de la Amistad, en la península de Nicoya.
Pero su importancia estratégica – por ahí pasa el 83% de las exportaciones del país– no se ve reflejada en el mantenimiento que recibe por parte del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
Corrosión, tornillos doblados, grietas en el asfalto y exceso de sedimento en las pilas que le dan soporte, minan, poco a poco, este puente de 430 metros de largo.
Dos informes técnicos, uno del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) en el 2010 y otro de la Agencia de Cooperación Japonesa, en el 2007, advirtieron el acelerado deterioro del paso.
Ambos informes alzan la voz de alerta sobre lo trágico que puede ser para el país que ese puente colapse por falta de mantenimiento.
También señalan que la estructura está en un estado de vulnerabilidad alta y se debe intervenir.
Este paso arrastra secuelas desde el terremoto de Limón de abril de 1991, cuando colapsó y el tránsito vehicular quedó interrumpido.
Cerca de 1.476 tráileres pasan cada día por él, con contenedores que van o vienen de los puertos de Limón y Moín.
Además, junto a las barandas del puente pasan las líneas del poliducto que lleva combustible hasta los planteles de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), así como la fibra óptica del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), que permite las telecomunicaciones de Limón.
Pese a la importancia de esta estructura, los urgentes arreglos se perdieron los últimos cuatro años entre trámites para que una empresa nacional los hiciera o, en su defecto, lo asumiera una firma china. Hoy ninguna lo hace.
José Chacón Laurito, viceministro de Obras Públicas, aceptó que conocen del deterioro de ese puente . También que ninguna empresa hoy está adjudicada para realizar los arreglos.
Ante la falta de una firma que asumiera la urgente reparación, el Gobierno optó, hace cuatro meses, por ofrecerle a la empresa china CHEC, encargada de ampliar la ruta 32, que repare este puente.
“Nos topamos con la sorpresa de que los chinos dieron un precio menor a la oferta que se había recibido de una empresa nacional y se decidió darles las obras a los chinos”, explicó Chacón.
Los foráneos ofrecieron arreglar este puente por $3,5 millones, mientras que una empresa nacional cobraba $7 millones.
Pero aún no se pueden lanzar las campanas al vuelo, pues para que los chinos den inicio a la reparación del puente, los diputados deben aprobar un crédito por $400 millones. Esto puede tardar meses.
“Si en este ínterin el puente presenta problemas, lo tendremos que intervenir nosotros. Antes de que arranquen las obras de los chinos, podrían pasar unos 12 meses”, explicó el viceministro.
Hace dos semanas, una crecida socavó el puente sobre el río Parismina, en la misma ruta 32. La preocupación es que la historia se repita en el río Chirripó.
Preocupados. Francisco Quirós, director de la Cámara Nacional de Transporte de Carga (Canatrac), reconoció estar preocupado.
“Para la Cámara es preocupante que decisiones que se deben tomar hoy, dilaten por parte del Conavi”, enfatizó Quirós, quien no dudó en señalar la falta de acción de la cartera ministerial.
Hernán Araya, de la Cámara Costarricense de Transportistas Unitarios, catalogó de catástrofe para la economía nacional que el puente sobre el río Chirripó colapse . “Si ese puente se cae, la carga del país tendría que ir hasta Panamá para llegar a los puertos de Limón. Eso sería una catástrofe económica y social”, advirtió.