La Sala Constitucional condenó al Colegio de Periodistas (Colper) por la censura a un artículo de opinión del expresidente de esa organización, Marlon Mora.
El texto titulado “Porque creo en el buen periodismo”, publicado el 9 de marzo de 2016 en el sitio electrónico del Colper, cuestionaba la relación entre miembros del Partido Liberación Nacional y el medio de comunicación digital elmundo.cr.
La publicación provocó una amonestación verbal del Tribunal de Honor y Ética contra Mora, en noviembre anterior.
“Veo con suma preocupación la existencia de una posible injerencia directa entre una agrupación política y un medio de comunicación”, dijo el periodista Mora en su escrito de marzo del 2016.
De acuerdo con el Tribunal de Honor y Ética del gremio, Mora se extralimitó en sus apreciaciones al utilizar la página web del Colper para exponer criterios personales.
El procedimiento disciplinario se inició el 6 de mayo de 2016, ante una denuncia de la colegiada Rocío Álvarez Olaso.
Los magistrados concluyeron que, al sancionar a Mora, la Junta Directiva del Colper y el Tribunal de Honor y Ética violaron el derecho de libertad de expresión de Mora.
Además, condenaron al Colper a pagar las costas del proceso legal.
Por otra parte, declararon sin lugar el reclamo relacionado con el incumplimiento del debido proceso, pues se logró demostrar que Mora fue notificado de la acción en su contra.
El fallo de la Sala Constitucional enfatizó que el artículo de Mora “concretiza la libertad de pensamiento y expresión”, por lo cual es improcedente cualquier tipo de represalias.
Martín Chinchilla, presidente del Colper, afirmó que aún no han analizado la sentencia.
“A mí no me preocupa (el fallo). Reitero que esto sirve para sentar un precedente y creo que a lo interno, como Tribunal de Honor y Ética, debe darse una revisión de los criterios que utilizaron en aquel momento (...). No creo que esto afecte la imagen del Colper”, manifestó Chinchilla.
Marlon Mora, quien fue presidente del Colper entre 2014 y 2016, declaró que este asunto sí daña la imagen del Colegio y le resta autoridad moral frente al gremio y la opinión pública.