EscucharSin importar que se trate de un médico, una enfermera, una secretaria, un mensajero o un técnico, la CCSS seleccionará, en setiembre, cuáles de sus 50.000 funcionarios deberán cumplir con algún mecanismo para el control de asistencia a su sitio de trabajo.
Las formas para regular la puntualidad y permanencia de los empleados en hospitales, clínicas, Ebáis y oficinas se hará por medio de la tradicional marca de tarjeta o con el uso de sistemas electrónicos de huellas digitales.
¿Cómo se establecerá quiénes de los 50.000 trabajadores deberán apegarse al nuevo método de control de horarios?
La respuesta la deberán aportar a la Dirección de Recursos Humanos de la Caja las 1.600 jefaturas que tiene la institución en todo el país.
Entre todas deberán dar una lista del personal que tienen a cargo y escoger quién debe marcar a la entrada y salida de su jornada laboral, explicó Erica Marín, funcionaria de la Dirección.
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Cada jefatura deberá entregar en agosto la lista con los funcionarios que deberán marcar (foto ilustrativa). | ARCHIVO.
Luis Fernando Campos, gerente administrativo, cree que los funcionarios que tienen una conducta responsable con su horario no tienen de qué preocuparse.
Quienes no cumplan con la jornada se expondrían a amonestación y sanciones más drásticas.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) dispuso, hace dos meses, un control similar para hacer efectivo el pago de horas extra, pero a partir de setiembre la medida aplicará para el cumplimiento del tiempo ordinario.
Escenarios. Mientras llegan los datos desde las jefaturas, todos los departamentos de Recursos Humanos están levantando un inventario sobre la cantidad de dispositivos de control de horario que tiene la institución, así como los centros de trabajo donde están ubicados.
Campos agregó que con esa información se tomarán decisiones; por ejemplo, cambiar el sistema de marca de tarjeta por un mecanismo de huella digital.
Paralelo a eso, la institución ya comenzó una evaluación de los resultados de la primera medida (control para el pago de extras) con el fin de conocer si hubo mejoría o no en los índices de productividad. Ese análisis se hará después para el nuevo control generalizado.
Los cambios que aplicará la Caja están facultados por el Código de Trabajo.
En febrero, cuando se informó sobre la idea de la CCSS de hacer ese tipo de controles , Marco Durante, especialista en Derecho Laboral, dijo que el no marcar por un horario no aplica como un “derecho adquirido”.
En esa ocasión, la presidenta de la Caja, Ileana Balmaceda, explicó que tenían conocimiento de casos graves de ausentismo, como el de un médico –ya pensionado– que entraba a una clínica a las 9 a. m. y salía antes de las 4 p. m.
Para las organizaciones laborales internas de la Caja, lo anunciado para setiembre es una “cortina de humo” para tapar la mala administración en la entidad.
Así lo manifestó Edwin Solano, presidente de la Unión Médica Nacional (UMN), quien agregó que “nada tiene que ver una marca con una mejora en los servicios”.
Luis Chavarría, de la Unión Nacional de Empleados de la Caja (Undeca), considera que la medida ya aplica para una gran cantidad de trabajadores.
Chavarría considera que el problema de llegadas tardías y ausentismo se da más en las oficinas centrales de la CCSS.
Actualmente, por disposiciones internas solo los funcionarios “no profesionales” deben cumplir con el control de asistencia.
De ese grupo, se excluye a aquellos trabajadores que, tras 20 años de servicio, tienen un buen récord en el cumplimiento de horarios en su trabajo.
