¿Cómo hace un cartaginés para pagarle un favor o rendirle tributo a la Virgen de los Ángeles mediante una caminata si vive a pocos metros del santuario?
Francisco Zúñiga, un vecino de la Lima de Cartago, ideó una manera que implica una alta dosis de sacrificio: unirse a los peregrinos de Pérez Zeledón.
Por segundo año consecutivo, este católico de 80 años enfrentará el desafío de recorrer, en cuatro días, los 117 kilómetros que separan a San Isidro de El General de la Vieja Metrópoli .
Otros años hizo la romería desde Limón, pero, según narra, es un viaje solitario y peligroso. Por eso decidió cambiar de ruta y unirse a unos 300 romeros que salen este lunes de Pérez Zeledón.
Agradecido de formar parte de este organizado grupo, don Francisco prepara un detalle para los compañeros de viaje.
Sobre la mesa del comedor tiene desperdigadas 400 pequeñas réplicas de la imagen de La Negrita que talló con sus propias manos.
Son piezas hechas de resina colocadas sobre conchas o piedras.
“El año pasado hice como 200 y no me alcanzaron. Por eso este año hice más”, contó .
Un favor. ¿Qué lo mueve a hacer estos sacrificios?, le pregunto.
Le debe muchos favores a la Virgen de los Ángeles, cuenta; el mayor de ellos es tenerlo con vida.
A sus ocho décadas, ha sobrevivido a tres accidentes fatales, el último hace tres meses, cuando se cayó de un puente colgante a más de cinco metros de altura.
Años atrás, sobrevivió a la caída de un tercer piso de un edificio en Limón y luego a la explosión del tanque de gasolina de un chapulín. Las quemaduras le dejaron marcas en casi todo el cuerpo y muchos días de hospital, pero le dejaron vida para dar testimonio.