Autobuseros aceptaron revivir tres de las siete rutas intersectoriales con la condición de ponerlas a funcionar durante un periodo de prueba de tres meses
Luego de este lapso revisarán recorridos, tiempos y tarifas. De tener resultados positivos reforzarán el proyecto con buses nuevos, pues empezarían con unidades que tienen de reserva.
El Gobierno, tras una reunión con un sector de los empresarios, propuso ayer que la primera semana de octubre den inicio los tres primeros recorridos: Escazú-La Uruca, Moravia -La Uruca y Guadalupe -Desamparados.
Lo anterior forma parte de las medidas por parte del Ejecutivo para aplacar el impacto vial por el cierre de la carretera de Circunvalación hace una semana.
Cálculos del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) señalan la puesta en funcionamiento de estas tres rutas disminuirá en un 20% las presas en esas vías.
Maritza Hernández, presidenta de la Cámara de Transporte, que agrupa algunas firmas involucradas en los recorridos, dijo que los empresarios “están muy dispuestos”, pero atentos a que no pase lo de hace cinco años cuando fracasaron esas líneas.
Las preocupaciones de los autobuseros son el aumento de vehículos en carretera, costos de operación, recorridos y número de autobuses que deben usar.
A Orlando Ramírez, dueño de la empresa Cesmag, que brinda servicio en Montes de Oca, Curridabat y Sabanilla, le preocupa la flotilla.
“Vamos a usar la reserva técnica, buses extra que tenemos para las horas pico, entonces puede que en esas horas se afecte el servicio regular”, dijo.
Mientras que a Alex Álvarez, representante de la compañía de Moravia, más bien lo pone a pensar el tema legal, de cómo operarán las nuevas rutas intersectoriales.
“Estamos en disposición, en primera instancia en plan piloto, pero tendría que estar jurídicamente con sustento”, indicó Álvarez.
Ayer por la tarde ambos empresarios, junto con Mario Bermúdez, de la empresa Auto Transportes Desamparados, estaban reunidos para afinar detalles sobre la flotilla, recorridos y el aspecto legal de cómo funcionará el servicio.
“Si arrancamos, las empresas que tengan algún grado de afectados podrán oponerse, y se debe tener cuidado. En los recorridos se le estaría quitando demanda a otros”, afirmó Álvarez.
El tema jurídico aún ayer era la piedra en el zapato para que el Gobierno active las líneas.
Silvia Bolaños, viceministra de Transportes, dijo que hoy se reunirá con asesores jurídicos de su despacho para determinar la forma cómo activar los recorridos. “Valoramos dos alternativas, una sería un decreto ejecutivo, y la otra extender las actuales concesiones que ya tienen los empresarios”, dijo.
La funcionaria se mostró contenta con el avance que ha tenido el proyecto del lunes anterior a hoy, pues ya definieron recorridos, tarifas y empresas involucradas.
Cada usuario tendría que pagar ¢350 por trayecto. Por ejemplo, si vive en Escazú y se dirige a Tibás debe tomar dos buses de interlínea; es decir, pagar ¢700.
Carolina Mora, vocera de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), sostuvo que la tarifa aprobada en 2008 – ¢350– está vigente y se puede aplicar.
“La tarifa no ha sido sujeta a ninguna variación. Si surgen variaciones en recorridos o alguno de los componentes, se valora la actualización y ese proceso puede tardar unos dos meses para hacer los ajustes en el precio”, apuntó Mora.
La viceministra de Transportes explicó que los recorridos están hechos para que unas 300 personas por hora lo utilicen. Los buses pasarían cada 15 minutos y durante las horas pico cada 30.
Bolaños aceptó que las calles exclusivas para el paso de autobuses no podrán funcionar hasta el mes de noviembre, cuando Ingeniería del Tránsito termine los estudios que determinen cuáles serán óptimas para este plan.