Swiss guards stand at the St.Peter's Square in the Vatican on March 01, 2013. Pope Benedict XVI has become the day before the first pope to resign in over 700 years, telling a tearful crowd of faithful that he will now be "a simple pilgrim" as cardinals on Friday begin preparing for a conclave in the Sistine Chapel to elect his successor. AFP PHOTO / FILIPPO MONTEFORTE (FILIPPO MONTEFORTE)
Ciudad del Vaticano. AFP y EFE. En su primera noche tras la renuncia, Joseph Ratzinger durmió sereno y distendido; la noche del jueves, tras la cena, paseó por el palacio de Castelgandolfo y ayer a las siete de la mañana ofició una misa en la capilla del apartamento que ocupará por dos meses en esa villa pontificia.
Mientras tanto, a una hora de distancia, el Vaticano comenzó el proceso para elegir a su sustituto. Ayer se convocaron para el lunes las primeras reuniones de cardenales y se precisó que la fecha del cónclave que elegirá al nuevo Pontífice no se conocerá ese mismo día. “No debe esperarse el lunes la decisión de la fecha del inicio del cónclave”, dijo el portavoz del Vaticano Federico Lombardi.
Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, convocó por carta a todos los cardenales, con derecho de voto o sin él (los de más de 80 años) para estas reuniones, llamadas congregaciones generales. Se llevarán a cabo el lunes a las 2:30 a. m. y a las 10 a. m. (hora de Costa Rica), en el Aula Nuova del Sínodo del Vaticano.
Estas reuniones sirven para abordar los problemas de la Iglesia y para empezar a definir el perfil del nuevo Papa. También será en una de estas congregaciones generales, que a partir del lunes se irán celebrando de manera regular, en las que se decidirá la fecha del cónclave.
Aguas revueltas. Las deliberaciones se llevarán a cabo en momentos de difíciles desafíos para la Iglesia, que debe responder a reclamos internos de liberalización en temas como la autorización de comulgar a divorciados como a los escándalos que conmocionaron a los fieles, entre ellas las denuncias de encubrimiento de abusos sexuales contra niños por religiosos o las filtraciones que revelaron luchas internas de poder (caso “Vatileaks”).
“Los cardenales pueden expresarse libremente” durante las congregaciones, dijo el portavoz del Vaticano, recordando que durante el periodo de sede vacante –el interregno que va desde el fallecimiento o renuncia de un Papa hasta que se elige al siguiente–, el poder de la Iglesia está en manos del Colegio Cardenalicio y del camarlengo (administrador de la propiedad y las rentas del Vaticano).
El cónclave podría empezar la semana del 11 de marzo, una vez que hayan llegado todos los cardenales a Roma, con el objetivo de tener nuevo Papa para Pascua, la fiesta más importante de los católicos.
Los apartamentos del Papa, así como el ascensor que conduce a ellos, fueron sellados y permanecerán vacíos hasta la elección de su sucesor. El Vaticano pondrá entre tanto en circulación sellos y monedas especiales con el escudo de sede vacante.