bogotá efe La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) celebran en Santiago de Chile una cumbre en condiciones económicas inéditas, con una situación favorable para América Latina.
La reunión de jefes de Estado y de Gobierno inaugurada ayer en Santiago de Chile es la primera con la UE a la que los 33 países latinoamericanos y caribeños acuden integrados en la Celac, pero ambas regiones han tenido antes otros seis encuentros al mismo nivel.
Las diferencias con la UE siguen siendo grandes, pero Latinoamérica acude con una posición más fuerte que nunca, sustentada por un crecimiento económico sostenido, estabilidad macroeconómica y una mayor integración regional, en contraste con una Europa tocada por su peor crisis financiera.
En las reuniones y declaraciones previas a la cumbre, distintas voces, tanto del lado de la UE como de la Celac, han dicho que América Latina puede contribuir a que Europa salga de la crisis.
Los 33 países de la Celac, fundada en Caracas en diciembre del 2011 e integrada por todos los países americanos menos Estados Unidos y Canadá, tienen una población de 500 millones de habitantes, mientras que los 27 de la UE suman unos 600 millones.
Socios vitales. La UE tiene una larga relación con América Latina y actualmente es el principal inversor y suministrador de cooperación a la región, además de su segundo socio comercial, puesto que puede perder a manos de China.
El intercambio comercial entre la UE y América Latina, según datos europeos, alcanzó $269.000 millones en el 2011.
La UE, además, tiene acuerdos que trascienden lo comercial con México, Centroamérica, Chile, el Caricom, y Colombia y Perú, además de mantener desde hace años una difícil negociación con el Mercosur, trabada por diferencias acerca de la política agraria.
Las inversiones europeas en la región suman $613.000 millones en la última década y las latinas en Europa $117.000 millones.
Según un informe comparativo elaborado por el Gobierno chileno, desde 2003 la Celac ha venido creciendo más rápido que la UE.
Entre 2006 y 2009 las economías de ambos grupos crecieron en promedio, respectivamente, 0,85 % y 3,5 %, mientras que entre 2010 y 2012 crecieron en promedio 1,2 % y 3,1 %, agrega el informe.