Caracas, AFP. La reelección del presidente venezolano, Hugo Chávez, muestra la buena aceptación que tienen sus políticas sociales -financiadas con petróleo- entre las clases pobres, según analistas.
“La principal fuente de apoyo al presidente es su política social, detrás de lo cual está un ingreso fiscal petrolero importante. Es el brazo central de la gestión del presidente y su conexión con los estratos más bajos de la población”, explicó el politólogo, John Magdaleno, un día después de la victoria de Chávez sobre Henrique Capriles Radonski, por 10 puntos.
Para la historiadora, Margarita López Maya, la relevante participación en la elección del domingo, de un 80%, “logró movilizar a gente que tenía posiblemente mucho tiempo sin votar, bastante excluida y pobre”, dijo.
“Ya se estaba viendo en los últimos mítines de cierre, cómo la población más pobre estaba ahí, y creo que esa es la población que le dio la victoria a Chávez, quien tiene otras prioridades, como mantenerse recibiendo los beneficios de la renta petrolera”, dijo.
“No olvides que Chávez está en el poder con un barril a más de $100”, agrega.
En el 2003, años después de dirigir a una Venezuela sumida en una grave crisis económica, Chávez aprovechó los crecientes ingresos petroleros para financiar un esquema de millonarios programas sociales, aconsejado por el entonces presidente cubano y gran aliado, Fidel Castro.
Sus programas establecieron una evidente conexión emocional entre él y los más desfavorecidos, su base electoral.
Bautizadas genéricamente como “Misiones”, estos programas sociales se ocupan de repartir alimentos a precios subsidiados; de otorgar pensiones a la gente mayor; de alfabetizar a la población; dar cobertura sanitaria a los millones de habitantes que viven en los barrios o subvencionar la educación universitaria.
Según datos de la CEPAL, casi un 40% de los venezolanos vive por debajo de la línea de pobreza o la pobreza extrema.
“En 2003, tras el intento de golpe de Estado, la imagen d Chávez estaba muy debilitada, y su recuperación se debe de forma directa a la creación de las misiones”, agregó Magdaleno.
En este año último año electoral, tuvo un papel predominante la “Gran Misión Vivienda Venezuela”, un gigantesco plan de construcción de más de tres millones de viviendas hasta 2019, financiadas total o parcialmente para paliar el elevado déficit habitacional, en el país.
Según el propio Chávez, la meta para este año es llegar a 200.000 viviendas entregadas.
Para mantener su aceptación entre los más pobres, Chávez usó el argumento de que la llegada al poder del opositor Capriles, a quien califica de “burgués”, significaría para ellos la pérdida de las conquistas sociales conseguidas en sus casi 14 años de Gobierno, pese a que la oposición insistió en que iba a mantenerlas, mejoradas y “despolitizadas”.
“El hecho de que Capriles haya hecho parte de su mensaje las banderas de la política social chavista es una muestra de que estas políticas son percibidas como algo positivo entre todos los sectores de la sociedad”, declaró el analista político, Farith Fraija.
En opinión de Magdaleno, la oposición intentó en el terreno de las misiones “triangular con el chavismo moderado”, una práctica “correcta estratégicamente”, pero que no definió la elección.
“Capriles tenía que entrar a disputar ese terreno, para impedir que el Gobierno siguiera teniendo el monopolio en la agenda de lo social. Pero tenía que diferenciarse en otras áreas”, dijo Magdaleno.
“Marcar a Messi (la estrella argentina del F. C. Barcelona) no le hará ganar el partido. Usted tiene también que anotar goles”, agregó el politólogo metafóricamente.