La protesta enfureció a la Iglesia ortodoxa rusa, pero el juicio contra las jóvenes y su castigo creó críticas entre activistas por los derechos humanos y parte de la población, quienes acusaron al Gobierno y a la Iglesia de orquestar el juicio en medio de una campaña represiva hacia los críticos de Putin.
La abogada del grupo, Violetta Volkova, expresó que la apelación a a la condena, emitida el 17 de agosto anterior, se presentó en el distrito de Khamovniki, donde se espera una decisión en 10 días.
Mientras tanto, el grupo dijo que al menos dos de sus integrantes huyeron de Rusia para evitar ser arrestadas. También ayer los líderes de la Iglesia ortodoxa condenaron que varias cruces de madera en Rusia y la vecina Ucrania hayan sido destruidas como muestra de apoyo al trío de activistas.
A mediados de agosto, el controvertido grupo ucraniano Femen, cuyas integrantes realizan manifestaciones semidesnudas para defender los derechos de las mujeres, cortaron con sierra una enorme cruz ortodoxa en Kiev en rechazo a la condena contra las Pussy Riot.
En múltiples países se han realizado manifestaciones de apoyo a las mujeres de la banda.
Las mujeres fueron arrestadas y enjuiciadas en febrero después de su protesta sin autorización en la catedral de Cristo Salvador de Moscú, en la cual pidieron a la Virgen María que se llevara a Putin de Rusia, quien enfrenta una oposición creciente y a su vez ha aumentado la represión a sus críticos desde que regresó al poder en mayo.
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