Luxemburgo. AFP. La Unión Europea lanzó este lunes una misión naval de lucha contra el tráfico de migrantes en el Mediterráneo, limitada en una primera fase a una vigilancia reforzada de las redes de traficantes.
Los primeros navíos, submarinos, aviones patrulla y drones serán desplegados dentro de una semana, decidieron los jefes de la diplomacia de la UE reunidos en Luxemburgo.
La operación, denominada EU Navfor Med, contará con un millar de hombres y estará dirigida por el almirante italiano Enrico Credentino.
La misión debe permitir destruir las embarcaciones usadas por los traficantes lo más cerca posible de las costas de Libia. En particular, los “barcos nodriza” que sirven para remolcar hasta altamar las embarcaciones precarias repletas de migrantes que luego buscan alcanzar las costas europeas.
“Se lo digo claramente; el blanco no son los migrantes, sino los que ganan dinero con sus vidas y, demasiado a menudo, con sus muertes”, declaró la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
En la primera fase de la operación, se efectuarán patrullajes en altamar para detectar redes de traficantes y recabar información, afirmó Mogherini.
Sin embargo, la ausencia de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que autorice el uso de fuerza limita el alcance de la operación.
Esa resolución solo podría conseguirse con el consentimiento de las autoridades libias, pero el país está sumido en el caos, con dos gobiernos que se disputan el poder.
Ambos ejecutivos mantienen actualmente conversaciones bajo los auspicios de la ONU para formar un gobierno de unidad nacional.
Los europeos esperan poder “avanzar”, dijo Mogherini, tras la formación de ese gobierno. “Mientras tanto, podemos hacer algo en altamar”, añadió.
De momento, cinco buques de guerra, dos submarinos, tres aviones de patrulla marítima, dos drones y tres helicópteros participarán en la operación.
También tiene previsto ayudar a otros países de paso a reforzar su control fronterizo.
Los 28 integrantes no consiguen, sin embargo, ponerse de acuerdo sobre la acogida de 40.000 demandantes de asilo , mientras Bruselas propone repartirlos mejor en el seno de la UE.