Kiev. AFP. Las autoridades ucranianas se enfrentan, en una carrera contrarreloj, para sofocar la insurrección armada prorrusa en el este si quieren evitar que se extienda y desemboque en una secesión de zonas enteras del país, estimaron varios analistas.
La cuenca de Donbass, cercana a la frontera con Rusia, donde los separatistas ya controlan una docena de ciudades y van ganando terreno cada día, parece escapar al control de Kiev.
“Si se quiere reinstaurar el poder ucraniano en Donbass, ya no estamos hablando de días sino de horas”, afirmó el miércoles el consejero presidencial y exministro del Interior Yuri Lutsenko.
La decisión es especialmente difícil para el gobierno de transición surgido de la revuelta proeuropea en Kiev de hace unos meses. Y es que el este del país, prorruso, la considera ilegítima.
“Si no cambia nada, Ucrania no podrá conservar el este”, estimó el analista Volodimir Fesenko.
Aunque todo el mundo tiene en mente la reciente incorporación en tres semanas de la península de Crimea a Rusia , no está claro que el Kremlin esté interesado en hacer lo propio con Donbass.
En el terreno, todo parece transcurrir de una forma muy parecida, con intervenciones puntuales de misteriosos hombres con trajes verdes, armados y entrenados que visten uniformes sin insignias y a los que Kiev acusa de ser miembros de unidades especiales rusas.
Fesenko considera que lo más probable es que pase lo mismo que con Transnistria, República separatista prorrusa que, alentada por Moscú, proclamó su independencia tras la caída de la URSS, pero no es reconocida por ningún Estado.
“Es poco probable que Rusia quiera incorporar (Donbass) como Crimea”, añadió Fesenko.
El experto ruso Konstantin Kalachev considera que el Kremlin, que concentró decenas de miles de soldados en la frontera, tiene interés en mantener el caos en Ucrania, pero no en invadirla y provocar un baño de sangre.
“Rusia necesita una Ucrania débil y pobre, una zona de contención entre ella y la OTAN (...) para demostrar a sus ciudadanos adónde lleva la contestación”, resumió.
“Los planes rusos pasan por hacer fracasar las presidenciales del 25 de mayo o al menos deslegitimarlas entorpeciéndolas en las regiones rebeldes, estimó el experto Volodimir Gorbach.