Kiev. AFP. Ucrania anunció ayer la movilización de sus reservistas, tras la “declaración de guerra” de Rusia, en momentos en que parecía perder rápidamente el control de la península de Crimea, y las potencias occidentales, indignadas ante la situación, buscaban por diferentes vías una salida al conflicto con Moscú.
“Si el presidente (ruso Vladimir) Putin quiere ser el presidente que empezó una guerra entre dos países vecinos y amigos, está a punto de lograr su objetivo. Estamos al borde del desastre”, dijo en la jornada el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk.
“No es una amenaza; es de hecho una declaración de guerra a mi país”, estimó. “Exigimos al presidente Putin la retirada de sus Fuerzas Armadas”, añadió.
En Crimea, una región autónoma al sur de Ucrania de 27.000 km² y dos millones de habitantes, en su mayoría rusohablantes, soldados sin insignias, pero que se presumen son rusos, bloqueaban a los militares ucranios en sus cuarteles.
Ante ese panorama, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, anunció que viajará a Kiev mañana, para dar apoyo al gobierno provisional, informaron, el domingo, funcionarios, al añadir que las fuerzas rusas tienen a Crimea bajo control.
Los países miembros del G7 (EE.UU., Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia) decidieron ayer suspender su participación en los preparativos de la cumbre del G8 en Sochi (Rusia), e instaron a Moscú a iniciar negociaciones directas con Ucrania para superar la crisis de Crimea.
En un comunicado difundido por la Casa Blanca, los líderes de las siete potencias más industrializadas, así como los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea, condenaron “la clara violación” de la soberanía e integridad territorial de Ucrania por parte de Rusia, al ocupar militarmente la región autónoma de Crimea.
Esfuerzos para dialogar. El Gobierno alemán informó de que Putin había aceptado la formación de “un grupo de contacto” para “iniciar un diálogo político” sobre la crisis en Ucrania, que le fue propuesto por la canciller Ángela Merkel.
“El presidente Putin aceptó la propuesta de la canciller de establecer inmediatamente una misión de investigación, así como un grupo de contacto, eventualmente bajo la dirección de la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa), para iniciar un diálogo político” sobre Ucrania, dijo el Gobierno alemán en un comunicado.
La información precisa que el presidente ruso y Merkel sostuvieron este domingo una conversación telefónica.
Moscú no confirmó la supuesta apertura al diálogo de Putin.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por su lado, pidió en Bruselas desplegar observadores internacionales en Ucrania para resolver la crisis pacíficamente, y exhortó a Rusia a retirar sus tropas, al mismo tiempo que mantuvo abierta la puerta al diálogo con Moscú.
Protestas. En Kiev, unas 50.000 personas se manifestaron el domingo en la plaza de la Independencia. “No nos rendiremos”, gritaban, dirigiéndose a Rusia.
Varias centenas de personas también protestaron antes legaciones de Rusia en Varsovia, Berlín y Londres en apoyo a Ucrania.
El director del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, Andréi Parubii, había anunciado previamente el despliegue de reservistas ucranianos para “garantizar la seguridad y la integridad territorial de Ucrania”, tras la “violación por Rusia de los acuerdos bilaterales, en especial, respecto a la flota del mar Negro”.