Estambul
Turquía firmó un acuerdo con Rusia para comprar el sistema de defensa antimisiles S-400, la mayor compra de armamento ruso por parte de Ankara hasta ahora, informaron varios periódicos turcos citando al presidente Recep Tayyip Erdogan.
"Se firmó un acuerdo para la compra de S-400 a Rusia. Ya se hizo un depósito", aseguró el presidente de Turquía, un país miembro de la OTAN.
El mandatario ruso, Vladimir Putin, y Erdogan están "resueltos a seguir adelante con este tema", añadió el presidente turco a periodistas a bordo del avión en el que viajaban desde Kazajistán hacia Turquía.
Esta compra de material militar, en particular de un sistema de defensa antimisiles, a un proveedor que no es miembro de la Alianza Atlántica planteará interrogantes entre los aliados, como por ejemplo sobre la compatibilidad de este equipamiento.
El Pentágono se inquietó por la operación y dejó en claro que "generalmente es una buena idea" que los aliados de la OTAN compren material interoperable.
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Erdogan defendió la soberanía del país con la compra de material militar en función de las necesidades de equipamiento.
"Tomamos las decisiones sobre nuestra propia independencia, estamos obligados a tomar medidas de seguridad para defender a nuestro país", manifestó.
Moscú confirmó el acuerdo. El asesor de Putin para la cooperación técnica y militar, Vladimir Kozhin, expresó que "el contrato fue firmado y se está preparando todo para implementarlo".
Kozhin añadió que el S-400 es uno de los sistemas de armas más complejos.
"Puedo garantizar que todas las decisiones tomadas sobre este contrato cumplen con nuestros objetivos estratégicos", dijo, citado por la agencia rusa TASS.
"Por esta razón entendemos perfectamente las reacciones de varios países occidentales que intentan presionar a Turquía", añadió.
Este acuerdo es otra señal del acercamiento entre Moscú y Ankara tras la grave crisis diplomática consecuencia del derribo, por parte de Turquía, de un bombardero ruso que volaba sobre la frontera con Siria, en noviembre de 2015.
Los observadores ven en este acuerdo una nueva señal de la hostilidad de estos dos países con Occidente.
Turquía, un aliado clave en la OTAN, a la que entró en 1952, se alejó últimamente de Estados Unidos, en particular por la decisión estadounidense de respaldar a las milicias kurdas sirias, consideradas como "terroristas" por Ankara, en la lucha contra el grupo Estado Islámico (EI).
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Aunque Moscú y Ankara hayan acercado posiciones sobre Siria, los dos países se oponen en otras cuestiones, como el futuro de Bashar al Asad o el trato a los tártaros de Crimea.
El martes, Ankara pidió que se anule la condena a ocho años de prisión de la justicia rusa contra Ajmet Tshiïgoz, un representante de los tártaros de Crimea, una comunidad musulmana mayoritaria que se opone a la anexión de la península por parte de Rusia.
Tshiïgoz, que fue vicepresidente del Medjlis, la asamblea de los tártaros de Crimea, fue reconocido culpable por la justicia rusa de haber organizado "disturbios masivos" en febrero de 2014, unas semanas antes de la anexión de la península.
Por otra parte, las relaciones entre Rusia y varios aliados de la OTAN se deterioraron con la crisis ucraniana y la anexión de Crimea por Moscú.