Ginebra AFP El Gobierno y los empresarios suizos intentaban ayer establecer una estrategia que permita superar el impacto negativo del referéndum que aprobó limitar la entrada de europeos en el mercado laboral.
El ministro de Relaciones Exteriores y actual presidente de la Confederación Helvética, Didier Burkhalter, viajará en los próximos días a Berlín, primera etapa de una gira europea para tratar el asunto.
El domingo los suizos aprobaron por una estrecha mayoría (50,3%) el “fin de la inmigración” masiva, decisión que concierne sobre todo a los trabajadores europeos y complica las relaciones con la Unión Europea, principal socio económico de Suiza.
El resultado del referéndum plantea “problemas considerables”, manifestó Steffen Seibert, portavoz de la canciller alemana, Ángela Merkel.
Las autoridades suizas reaccionaron en forma pragmática, al anunciar que el Gobierno presentará hacia fines de año un proyecto de ley que retomará las principales disposiciones del texto sobre “el fin de la inmigración masiva”.
“Nosotros actuaremos rápidamente y en forma consecuente”, declaró el domingo, en Berna, la ministra de Justicia, Simonetta Sommaruga, en presencia de todos los miembros del Gobierno.
Los analistas recordaron la votación del 9 de noviembre de 1992, cuando los suizos se opusieron a la adhesión al Espacio Económico Europeo, un desaire a las autoridades que militaban a favor de dicha adhesión. Sin embargo, el Gobierno se niega a ser tan categórico como en esa época.
Entonces, un ministro suizo había dicho: “¡Es un domingo negro!”, una fórmula que se hizo célebre, y que se manifestó en una década difícil para la economía suiza.
Ayer, la empresa bancaria y financiera UBS publicó sus previsiones para Suiza en 2014. Dichos pronósticos no tienen en cuenta el resultado del referéndum realizado la víspera.
UBS prevé para Suiza una tasa de crecimiento de 2,1%, casi el doble de lo que está previsto en la zona euro (+1,1%).
En el 2013, Suiza tuvo un crecimiento de aproximadamente 1,9%, mientras que en la zona euro fue negativo, de -0,4%.
Daniel Kalt, jefe de economistas del UBS para Suiza, dijo que, a corto plazo, esa votación no tendrá efecto directo en la situación económica. “Sin embargo, existe un riesgo indirecto vinculado al clima de incertidumbre política en el país; ahora quizás los inversores dudarán en venir a Suiza”, agregó.