Londres. AFP y EFE. Los conservadores del primer ministro, David Cameron, ganaron las elecciones ayer y quedaron a 10 escaños de la mayoría absoluta, según sondeo a pie de urna que rompió todos los pronósticos.
Los tories lograron 316 diputados, de acuerdo con la encuesta, muy por delante de los 239 de los laboristas de Ed Miliband.
“Es un resultado sorprendentemente bueno para Cameron. Hay dudas de si el sondeo a pie de urna reflejará lo ocurrido, pero, si es así, Cameron ha logrado una victoria clamorosa”, dijo Ian Begg, profesor de la London School of Economics.
Los conservadores podrían repetir su coalición con los liberales demócratas, que ganaron 10 bancas, según esa encuesta de la televisión que confirmó el gran ascenso del Partido Nacionalista Escocés ( SNP), que logró 58 de las 59 bancas en liza.
[[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150507_0011]]Un ascenso[[END:INLINEREF]] que confirmaría la aniquilación de los laboristas en su antiguo feudo escocés, que llega después de su defensa del “no” en el referendo de independencia de setiembre del 2014.
La líder del SNP, Nicola Sturgeon, pidió prudencia. “Trataría el sondeo a pie de urna con enorme cautela. Espero una buena noche, pero creo que es improbable que logremos 58 escaños”, escribió en Twitter.
El exlíder liberal demócrata Paddy Ashdown dijo a la BBC que el sondeo es incorrecto. “Me comeré públicamente el sombrero” si es cierto, aseguró.
Ed Balls, mano derecha de Miliband, optó por destacar que la encuesta afirma que la ventaja que sumaban conservadores y liberales demócratas en el antiguo Parlamento se ha esfumado y que ahora alcanzan justo la mayoría absoluta.
“La permanencia de Cameron en Downing Street pende de un hilo”, manifestó Balls, una de las figuras del laborismo que podría perder su escaño.
La mayoría absoluta en el Parlamento británico se sitúa en 326 diputados, la mitad más uno de los 650 que lo integran.
Posible reparto. De acuerdo con la encuesta, los conservadores serían la primera fuerza del Parlamento, con 316 diputados; los laboristas, la segunda, con 239 legisladores; los nacionalistas escoceses del SNP, la tercera, con 58 miembros, y los liberales demócratas, la cuarta, con 10 escaños.
El Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), de Nigel Farage, logró solo dos diputados, los que tenía hasta ahora.
A pesar de la encuesta, los tres primeros diputados de la contienda fueron para los laboristas, según resultados definitivos en tres zonas del norte de Inglaterra donde se esperaba su victoria.
Todas las encuestas previas a las elecciones daban por seguro un empate entre Cameron y Miliband, y fiaban la formación de un Gobierno a las negociaciones posteriores.
Este sondeo a pie de urna, encargado por las grandes cadenas de televisión (BBC, ITN y Sky), se elaboró con una amplia muestra de 20.000 personas.
En las dos últimas elecciones acertó el resultado, pero en 1992 la intención de voto que registró decía que nadie había logrado la mayoría absoluta, cuando de hecho la lograron cómodamente los conservadores de John Major.
Aunque todavía hay que conocer el resultado de los comicios , este sondeo, que tradicionalmente es preciso, refleja un cambio en la opinión de los votantes, pues todas las encuestas anticipaban que ninguno de los dos principales partidos lograría la mayoría.
Se espera que hoy, viernes, cuando se conmemoran los 70 años de la victoria sobre Alemania en la Segunda Guerra Mundia l, se conozca la composición definitiva del Parlamento.
Los clientes del pub Draft House Seething, en Londres, dieron sus primeras impresiones cuando se informó del estudio.
“¿Por qué iba la gente a cambiar? La economía va bien después de cinco años con los conservadores”, dijo un empleado del sector financiero.
Las elecciones de ayer pueden acabar propiciando la salida del país de la UE y un nuevo referendo de independencia en Escocia .
Cameron prometió que si gana, convocará una consulta sobre la pertenencia del país a la UE antes de que acabe el 2017.
Las negociaciones para la formación de Gobierno no deberían alargarse más allá del 27 de mayo, cuando está previsto el discurso que la reina Isabel II pronuncia anualmente en el Parlamento y en el que esboza los proyectos del primer ministro.