Madrid
Los líderes socialdemócratas europeos acordaron este sábado en Madrid trabajar juntos por un cambio en la UE que entierre la austeridad económica y que aborde el terrorismo internacional desde otros ángulos, como desde sus raíces sociales.
Unos 40 líderes socialdemócratas europeos celebraron hoy en la capital española su cónclave anual, que, organizado por el Partido de los Socialistas Europeos (PSE), tuvo en esta ocasión como anfitrión al secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, a quien arroparon frente al año electoral de 2015.
En el encuentro, que contó con la participación de varios primeros ministros, como el francés, Manuel Valls, comisarios europeos, y el ex presidente del Gobierno español Felipe González, entre otros, se aprobaron dos declaraciones, una sobre la economía europea: "Más trabajos, mejores y más justos", y otra sobre la amenaza terroristas: "Unidos frente al terror".
También, en la reunión hubo una aprobación unánime del acuerdo alcanzado entre el Eurogrupo y Grecia.
El primer ministro francés consideró que "es un buen acuerdo, porque Grecia tiene que respetar sus compromisos, pero a la vez tenemos que darle tiempo para que pueda hacerlo".
"No tenemos que humillar al pueblo griego, que acogimos como a España y Portugal, después de una dictadura, en la UE. El sitio de Grecia es en Europa, en la zona euro y por eso tenemos que ayudarles",
En la declaración sobre la lucha contra el terrorismo, los líderes socialdemócratas se comprometieron a "reforzar la cooperación a todos los niveles" y a "fomentar la intensificación del diálogo y promover una Europa donde todas las personas tengan su lugar, independientemente de su raza, religión, origen, género y orientación sexual".
También acordaron "trabajar conjuntamente en la promoción de la educación, debatir sobre integración y políticas inclusivas, e incluir en este proceso a organizaciones de la sociedad civil", así como "aplicar un enfoque común en la lucha contra el terrorismo y sus raíces ideológicas, y una posición respecto a cómo suprimir cualquier respaldo financiero".
Se emplazaron además a "evaluar de forma sistemática las medidas existentes en el campo de la seguridad común e interna" y a "mejorar en la coordinación de las agencias europeas" como Europol, Eurojust y Frontex, además de "trabajar juntos contra el fenómeno de los combatientes extranjeros y luchar contra su reclutamiento a través de internet".
En el ámbito económico, Pedro Sánchez animó a sus colegas europeos a poner freno desde el poder a "las políticas conservadoras en Europa que están minando la cohesión social", con iniciativas que fomenten el crecimiento, el empleo y la inversión.
"La austeridad por la austeridad, las políticas punitivas para el pueblo, conducen primero al aumento del populismo, sobretodo de la derecha, y también conducen al debilitamiento de la posibilidad de reencontrar el crecimiento y la competitividad de nuestros países", alertó por su parte el primer ministro francés, Manuel Valls, a los periodistas.
En su discurso de inauguración de la cumbre, el presidente del Partido Socialista Europeo (PSE) y ex jefe del Gobierno búlgaro, Sergei Stanishev, espoleó a los participantes instándoles a cambiar los últimos "cinco años dominados por el Partido Popular Europeo, la derecha y los neoliberales"
Entre los desafíos que encuentran los tradicionales partidos socialdemócratas europeos Stanishev citó la pujanza de formaciones de izquierda como Syriza en Grecia y Podemos en España, así como en el otro extremo los euroescépticos de derecha como el Frente Nacional francés.
El presidente del Parlamento Europeo, el alemán Martin Schultz, se refirió también a Podemos y Syriza, a los que reprochó que "no se puede prometer a los ciudadanos lo que no puedes mantener al día siguiente de las elecciones".
Felipe González advirtió de que la UE está "perdiendo relevancia para sus ciudadanos y para el mundo" y se mostró convencido de que solo una "reacción auténtica" de los socialistas lo podrá evitar.
A la cita de Madrid acudieron, entre otros, el vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, y los primeros ministros de Suecia, Stefan Löfven; Rumanía, Victor Ponta, y Malta, Joseph Muscat.
Destacó la ausencia del jefe del Gobierno italiano, Matteo Renzi, y de la responsable de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini.