Madrid y Barcelona
El rey de España, Felipe VI, pidió el martes que el Estado defienda el orden constitucional de "la deslealtad" de los independentistas catalanes, en una jornada de protestas multitudinarias en Barcelona contra la respuesta policial al referendo prohibido del domingo.
"Es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones", dijo el monarca en un mensaje televisado al país, su primera reacción a los sucesos del domingo en Cataluña.
"Determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución y su Estatuto de Autonomía", agregó.
"Con sus decisiones han vulnerado de una manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado", declaró en su alocución televisada, la primera reacción a la consulta.
Según el jefe de Estado, los dirigentes independentistas catalanes, "con su conducta irresponsable incluso pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España".
"De una manera clara y rotunda, se han situado totalmente al margen del derecho y de la democracia". Como resultado, añadió, "hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada".
Por ello, y "ante esta situación de extrema gravedad", manifestó, "es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía".
Entre otras medidas, el Estado español puede recurrir al artículo 155 de la Constitución española, que permite intervenir la autonomía de una región si "no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan".
Desde hace meses se ha especulado sobre si el gobierno español de Mariano Rajoy recurrirá a esa medida en Cataluña.
Este lunes, el ministro de Justicia no lo descartó, afirmando que ante una eventual declaración unilateral de independencia, el Estado hará "todo lo que la ley permite para impedir que sea así".
Protestas contra Policía. La alocución del rey se dio en momentos cuando en Barcelona se registraron este martes fuertes manifestaciones para protestar contra la actuación de las fuerzas policiales el domingo durante el referendo de autodeterminación.
En una jornada de huelga general y manifestaciones, 700.000 personas protestaron en la ciudad -según cifras de la policía municipal- contra la violencia de las fuerzas del orden del Estado.
"Es una verdadera vergüenza (...) Un rey representa a un pueblo, a todos, no solo a una parte", dijo indignado Domingo Gutiérrez, de 61 años, tras ver el discurso de Felipe VI en un bar de Barcelona. "No ha dicho ni una palabra de los heridos. Imagino que para él no existen".
Gerard Mur, un periodista en paro de 25 años, reprochó que el monarca "no se ha posicionado ni un poco del lado catalán". "No solo en ningún momento ha mencionado a las víctimas, sino que se ha enrocado mucho en el bloque constitucionalista", añadió.
Al grito de "¡Fuera las fuerzas de ocupación!", cientos de miles de personas se manifestaron en Barcelona, en el marco de una huelga general para denunciar la violencia policial.
Los transportes, los bancos, las instituciones oficiales del gobierno catalán y el pequeño comercio siguió el cierre patronal.
Entre los manifestantes, reinaba la sensación de que los acontecimientos del domingo han hecho inevitable la ruptura con España.
Por la noche, Barcelona volvió poco a poco a la calma, y hacia las 11 p. m. apenas quedaban unos grupos de manifestantes en las calles.
Enzarzado desde hace años en un conflicto creciente con el gobierno del conservador Mariano Rajoy, el ejecutivo catalán llevó a cabo el domingo una consulta sobre la independencia, pese a la prohibición del Tribunal Constitucional.
En un intento de impedirlo, policías nacionales y guardias civiles recurrieron a porras, patadas, empujones y balines de goma contra manifestantes decididos a votar.
Pese a todo, 2,2 millones de personas lograron participar en la consulta sin garantías legales. Ante el boicot de los partidarios del 'no', un 90% votó a favor de la independencia.
La Unión Europea (UE) y Naciones Unidas pidieron al gobierno de Rajoy que dialogue con el ejecutivo independentista catalán, que amenaza con una declaración unilateral en los próximos días.
Los comisarios europeos abordaron la cuestión este martes, pero descartaron mediar, reiterando su posición de que "esto es un asunto interno de España".
Durante la huelga de este martes no faltaron las escenas de tensión.
La delegación del Gobierno español en Cataluña, que denunció una "manipulación de las masas", tuvo que ser protegida ante centenares de manifestantes por innumerables furgones de policía, varias filas de vallas metálicas y un espeso cordón de agentes.
Las acciones de hostigamiento a los policías llegados de otros puntos de España fueron creciendo desde el domingo, y en la noche del lunes se organizaron varias manifestaciones frente a los hoteles donde se hospedaban y algunas comisarías.
"Estamos viendo cómo el gobierno de la Generalitat empuja cada día al pueblo catalán hacia el abismo y alienta la rebelión en las propias calles", afirmó en Madrid el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, tras reunirse con Rajoy.
El Gobierno central "va a tomar todas las medidas que sean necesarias para frenar los actos de asedio", afirmó.