Madrid AFP El conservador Mariano Rajoy recibió el miércoles el primer revés en sus negociaciones para formar gobierno tras las elecciones legislativas, después de que el socialista Pedro Sánchez descartó facilitar su reelección y abrió la puerta a un gobierno alternativo.
La ajustada victoria electoral de su Partido Popular (PP), con 123 escaños, lejos de la mayoría absoluta (176), obliga a Rajoy a conseguir la abstención de los 90 diputados socialistas y los 40 del centrista Ciudadanos para poder gobernar en minoría.
Para ello, el jefe del gobierno saliente se reunió este miércoles con el secretario general del partido socialista PSOE, Pedro Sánchez, sobre quien recaen todas las miradas, una vez que Ciudadanos, la cuarta fuerza parlamentaria, anunció su abstención para permitir la gobernabilidad.
Pedro Sánchez, amenazado por el ascenso de la izquierda radical Podemos (tercera fuerza con 69 escaños), descartó hacer lo mismo. “Vamos a votar contra la continuidad del PP al frente del Gobierno, con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno”, dijo a la prensa tras la reunión.
En su opinión, los españoles votaron por “un cambio progresista presidido por el diálogo, que es precisamente lo que no ha tenido Mariano Rajoy y el PP durante estos últimos años”.
“No es el mejor de los comienzos”, reconoció tras la reunión el vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez Maíllo. “Pero estamos en el primer asalto (...). Queda tiempo y espacio suficiente”.
El lunes, Rajoy se reunirá con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el de Ciudadanos, Albert Rivera. El objetivo, según Martínez Maíllo, es “dotar a España de un gobierno estable, lógicamente liderado por el partido que ha ganado las elecciones”.
Su único apoyo, de momento, es el centrista Ciudadanos, cuyo líder propuso este miércoles negociar a tres bandas con conservadores y socialistas para formar un gobierno que trabaje por la unidad y la regeneración política del país.
Según Rivera, cuyo partido nació en Cataluña para combatir el nacionalismo, “Podemos se ha autoexcluido de cualquier acuerdo para garantizar la unidad de España” al aliarse regionalmente con partidos nacionalistas y defender un referendo de autodeterminación en Cataluña.
Rivera reclamó responsabilidad a los socialistas para evitar un bloqueo institucional y “que haya elecciones cada tres meses”. En efecto, si no hay jefe de gobierno dos meses después de la primera votación de investidura, deberán repetirse los comicios.
“El acuerdo no es fácil, pero creo que finalmente el PSOE permitirá gobernar al PP para evitar nuevas elecciones donde el más reforzado sería el PP, que recuperaría voto de Ciudadanos y de la abstención”, explicó el politólogo y analista Nacho Martín Blanco, próximo a los conservadores.
“Las elecciones tienen que ser la última opción”, reconoció Sánchez. Antes, si Rajoy no consigue los apoyos necesarios, “vamos a explorar todas las posibilidades para que haya un gobierno de cambio”, aseguró.
Este gobierno alternativo pasaría por una hipotética coalición con Podemos a la que deberían añadirse otras fuerzas políticas como Ciudadanos, que ya descartó este tipo de alianza, o los independentistas catalanes, que reclaman un referendo de autodeterminación rechazado por parte del PSOE.
De hecho, Podemos es el único de los cuatro partidos que defiende tal consulta en esta región del noreste de España, donde los partidos separatistas disponen de mayoría absoluta en el parlamento regional y declararon recientemente el inicio de un proceso de secesión.
“Queremos que Cataluña siga en España y creemos que la mejor forma de encontrar este acuerdo es que los catalanes lo decidan”, explicó en la televisión Iñigo Errejón, el número dos de esta formación que concurrió a las elecciones en alianzas regionales con partidos nacionalistas.
Además del referendo, insistió, su partido reclama una reforma constitucional para garantizar los derechos sociales como la sanidad o la vivienda y una lucha contra la corrupción desde las instituciones. “Es un paquete completo, un conjunto de transformaciones”, dijo.
Todas ellas serían condiciones necesarias para un presunto pacto con el PSOE para formar un gobierno que, en su opinión, podría estar liderado por una persona independiente que genere consenso entre los diferentes partidos.