Madrid
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y los liberales de Ciudadanos suscribieron un pacto para la formación de un gobierno presidido por el socialista Pedro Sánchez, sin cerrar la puerta a futuros acuerdos con otras fuerzas, aunque Podemos (izquierda) suspendió el diálogo con los socialistas.
"Este es un acuerdo abierto e invito a las formaciones, a izquierda y derecha, a sumarse", dijo el candidato socialista a la Presidencia del gobierno, Pedro Sánchez, en una rueda de prensa posterior a la firma.
No obstante, la reacción de los otros dos grandes partidos fue negativas y tanto el Partido Popular (PP) como Podemos ratificaron su negativa a la investidura de Sánchez, lo que impedirá que se convierta en jefe del Ejecutivo la semana próxima.
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Sánchez indicó que el pacto con Ciudadanos es solo "el primer paso" para que haya un cambio político en España e hizo un llamado a otros partidos para "abandonar el verbo vetar y abrazar el verbo acordar, desterrar el verbo imponer y poner el practica el verbo entender".
Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, cuyo partido está representado por primera vez en el Congreso de los Diputados, no descartó entrar en un gobierno presidido por Sánchez, aunque no es su prioridad.
El pacto firmado contempla más de 200 iniciativas, entre ellas, modificar la Constitución y una reforma fiscal y laboral, que asegure los derechos sociales y complete el funcionamiento federal de la organización territorial de España, según sus firmantes.
En ese sentido, los dos partidos manifiestan "su permanente e inequívoco compromiso compartido con la unidad e integridad" del Estado, ante el desafío independentista planteado en Cataluña (este) por los partidos que conforman el gobierno de esa región española.
Contemplan, igualmente, la supresión de la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona, la revisión del sistema electoral y la modificación del Senado para convertirlo en un órgano estrictamente territorial, ya que ahora funciona sobre todo como Cámara de segunda lectura, además de reducir el número de senadores.
Estas reformas en la Carta Magna se unirían a las anunciadas el martes, que incluyen reducir el mandato del jefe del Ejecutivo a un máximo de ocho años y favorecer la participación ciudadana a través de iniciativas legislativas populares, al reducir de 500.000 a 250.000 las firmas necesarias para poner en marcha este mecanismo.
Asimismo, proponen acabar con el aforamiento de senadores y diputados en el Parlamento nacional y en los regionales, una situación recogida en la Constitución por la que estas personas, junto a otros altos cargos, solo pueden ser juzgados por el Tribunal Supremo y no por los tribunales ordinarios.
También plantean suprimir las Diputaciones, entidades que agrupan a representantes de municipios de una provincia.
Este acuerdo político llega dos meses después de las elecciones generales del 20 de diciembre pasado, que dejó un Congreso plural, con cuatro grandes formaciones: PP (centroderecha, 123 escaños) , PSOE (90) , Podemos (69) y Ciudadanos (40) .
Los 130 escaños que suman PSOE y Ciudadanos no bastan para la elección de Sánchez como jefe del Ejecutivo, puesto que necesita el apoyo o, al menos la abstención, de otros partidos, para conseguir una mayoría entre los 350 escaños del Congreso.
También el líder de Ciudadanos pidió al PP un "esfuerzo de valentía y generosidad" para apoyar el acuerdo que firmaron con los socialistas.
Más allá de la investidura, PSOE y Ciudadanos necesitarían el apoyo del PP para reformar la Constitución, ya que para ello es obligatoria una mayoría reforzada en el Congreso.
Sin embargo, el PP rechazó el acuerdo PSOE-Ciudadanos, y el presidente del Gobierno en funciones y líder del partido, Mariano Rajoy, afirmó que el pacto "ni es de investidura ni es de gobierno ni de nada" , además de criticar que en él no se hable de los problemas de los españoles, como el desempleo.
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Rajoy reiteró que si Sánchez no consigue ser presidente del Gobierno lo intentará él, planteando un acuerdo con PSOE o Ciudadanos y, si no lo logra, habría que ir a nuevas elecciones.
Por su parte, Podemos, hipotético socio a la izquierda del PSOE, respondió al pacto con la decisión de suspender las negociaciones que desde el lunes pasado mantenían con los socialistas.
El portavoz de esa fuerza de izquierdas, Íñigo Errejón, se mostró "decepcionado" con un acuerdo que, a su juicio, no es ni "progresista ni reformista" y que además "va a hacer las delicias de los sectores privilegiados".