EscucharMadrid. AFP. Los ataques se multiplican en España contra Podemos, el partido antiliberal aliado de Syriza (Grecia), dirigidos especialmente a las presuntas irregularidades fiscales de su número tres, un exconsejero de Hugo Chávez y de gobiernos de izquierda latinoamericanos.
Podemos, que espera seguir la dinámica creada por Syriza en Grecia ganando las legislativas españolas de finales de año, para las que se sitúa en primera o segunda posición según los sondeos , es atacado sobre las finanzas de dicho dirigente, más cuando han basado su imagen en la denuncia de corrupción.
Las acusaciones a Juan Carlos Monedero, de 52 años y uno de los fundadores de esta formación que pisa los talones al Partido Popular (PP) en el poder , lo forzaron a publicar el lunes los extractos de sus cuentas bancarias para contrarrestar los ataques.
Además, ha ocupado casi diariamente las portadas de los principales diarios del país, próximos a conservadores o a socialistas.
Así, el 21 de enero, El País escribió que Monedero, cercano al líder de Podemos, Pablo Iglesias, recibió a finales del 2013 casi 425.000 euros de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua.
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Dos de los fundadores de Podemos, Juan Carlos Monedero (izq.) y Pablo Iglesias, en una reunión del Partido en Madrid en noviembre. | AFP (DANI POZO)
La polémica sobre estos ingresos, en un país donde el salario mínimo mensual es de 758 euros, se propagó rápidamente. Monedero, al que algunos apodan ya Billetero, fue acusado de haber creado una empresa a finales del 2013 para facturar estos ingresos y pagar un impuesto de sociedades menor que si hubiese cobrado a título personal.
Profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, conocido en Venezuela como ideólogo y asesor del gobierno bolivariano, Monedero no desmiente estos montos.
Responde que corresponden a dos años de trabajo como consultor y que se usaron para financiar la Tuerka, un programa de debate televisivo con Pablo Iglesias que se emite por cable e Internet.
Los ataques se intensificaron ante un eventual fraude fiscal, sin discutir sobre la procedencia de los fondos , que nadie pudo demostrar que sirvieran para financiar al Partido Podemos.
El número tres ingresó a finales de enero casi 200.000 euros al fisco, en una regularización complementaria ligada a los 425.000 aparecidos en sus cuentas.
