Lampedusa, Italia. AFP. La búsqueda de los cuerpos de centenares de inmigrantes africanos víctimas de un naufragio seguía ayer cerca de la isla de Lampedusa, cuyos habitantes reclaman ayuda de la Unión Europea (UE) ante la constante afluencia de indocumentados.
Los buceadores habían recuperado 232 cuerpos pero las autoridades temen que hayan muerto entre 300 y 360 personas en el naufragio.
Al caer la noche del lunes, los buzos extranjeros habían recobrado otros 38 cuerpos, indicó el comandante Filippo Marini, responsable de la guardia costera.
“Hemos iniciado temprano la búsqueda de los cuerpos y queremos aprovechar el buen tiempo para terminar este lunes”, agregó.
Equipos de buceadores buscaban en la parte trasera de la embarcación antes de pasar a la estiba, donde se encontraban los indocumentados que habían pagado menos para entrar en Europa.
Éxodo imparable. Ante la oleada de indocumentados que han llegado a Italia en los últimos meses –cerca de 30.000 desde el inicio del año, cuatro veces más que en el 2012–, las autoridades convocaron a una reunión excepcional de ministros de la UE, a la que el país acusa de eludir su responsabilidad en temas como la inmigración ilegal.
Este es un asunto delicado que muchos países evitan, frente al ascenso de partidos populistas, la mayoría xenófobos, que responsabilizan a los emigrantes de la crisis y el desempleo.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, visitará mañana la isla para “rendir homenaje” a las víctimas y manifestar personalmente su solidaridad con los habitantes de Lampedusa, quienes con escasos medios intentan acoger a los indocumentados.
Reclamos a UE. La frialdad de la Unión Europea, acusada por algunos sectores de inacción ante la posibilidad de modificar su política migratoria, tiene que ver con la complejidad de ese expediente políticamente explosivo, principalmente cuando se aproximan las elecciones europeas, previstas para principios del año entrante.
Los países del sur de Europa (Grecia, Italia, España) exigen que se establezcan nuevos mecanismos para repartir los pedidos de asilo en todos los países, ya que las directivas del llamado Dublín II , del 2003, estipulan que la solicitud sea presentada en el primer país en que se ingresa.
Esos tres países son los más afectados debido a que son la puerta de entrada de miles de africanos que huyen de guerras y conflictos.
Otro problema es el de la vigilancia de las fronteras, que compete a Frontex, una institución regional creada en el 2004.