Ciudad del Vaticano. EFE. El Papa lamentó el sábado el desempleo juvenil, que tildó de “ verdadera plaga social” , y manifestó que “el mundo laboral debería estar esperando a los jóvenes”, que en estos años –a su juicio– han sentido que no son necesarios.
“(El desempleo juvenil) es una verdadera plaga social, debido a que priva a los jóvenes de un elemento esencial para su realización y al mundo económico de la aportación de sus fuerzas más frescas”, dijo durante una audiencia con los miembros de la Federación Nacional de los Caballeros del Trabajo de Italia .
Añadió: “El mundo laboral debería estar esperando a jóvenes preparados y deseosos de esforzarse y emerger. Al contrario, el mensaje que en estos años han recibido a menudo es que no se les necesita” .
“Esto es síntoma de una disfunción grave”, declaró Francisco, “que no se puede atribuir únicamente a causas del ámbito global o internacional” .
Desarrollo con sentido social. Defendió que el bien común, “fin último de la vida en convivencia, no puede lograrse a través de un mero incremento de ganancias o de producción, sino que se debe implicar activamente a todos los sujetos que componen el cuerpo social”.
En este sentido, refirió que la doctrina social de la Iglesia señala continuamente “que el ser humano es el centro del desarrollo y que, mientras hombres y mujeres permanezcan pasivos o al margen, el bien común no podrá ser considerado plenamente alcanzado” .
“Vosotros habéis destacado porque habéis osado y os habéis arriesgado, habéis invertido ideas, energías y capitales haciéndoles fructificar, delegando tareas, pidiendo resultados y contribuyendo a hacer de los otros más emprendedores y colaboradores”, expuso el Sumo Pontífice a los Caballeros.
De ahí parte, a juicio de Jorge Mario Bergoglio, “la envergadura social del trabajo” , de la capacidad de “implicar a las personas y encargarles responsabilidades, de tal modo que se estimule su capacidad de emprender, su creatividad y su compromiso” .
“Esto tiene efectos positivos sobre las nuevas generaciones y hace que una sociedad comience a mirar hacia adelante, ofreciendo prospectivas y oportunidades y, por lo tanto, esperanza para el futuro” , apuntó.
Además de la dimensión social del mundo laboral, el Papa destacó su “esfera ética” .
“Solo si la economía está basada en la justicia y en el respeto podrá experimentar un auténtico desarrollo que no margine a individuos y pueblos, que aleje a la corrupción y los delitos y no descuide el medio ambiente”, dijo.
Y concluyó: “Es verdaderamente justo quien, además de respetar las reglas, actúa con conciencia e interés por el bien de todos además de por el suyo. Es justo quien lleva en el corazón la suerte de los más desfavorecidos y pobres, quien no se cansa de trabajar y está preparado a emprender siempre caminos nuevos” .