Ciudad del Vaticano. AFP. El papa Francisco instó ayer a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a movilizarse en favor de una ‘ética mundial’ contra las injusticias económicas y reafirmó su oposición al aborto, al recibir en el Vaticano a los directivos de todas las agencias y programas de la organización.
En un discurso pronunciado en español, Francisco habló de pobreza, medio ambiente, familia, desarrollo económico y social ante los altos ejecutivos del sistema de Naciones Unidas, encabezados por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
“Se trata, en particular, de desafiar todas las formas de injusticia, oponiéndose a la economía de la exclusión, a la cultura del descarte y a la cultura de la muerte, que, por desgracia, podrían convertirse en una mentalidad aceptada”, dijo.
Para el Pontífice argentino, que conoce bien las contradicciones sociales de América Latina, los futuros Objetivos de Desarrollo Sostenible deben ser formulados y ejecutados con magnanimidad y valentía, de modo que efectivamente lleguen a incidir sobre las causas estructurales de la pobreza y del hambre, consigan mejoras sustanciales en materia de preservación del ambiente, garanticen un trabajo decente y útil para todos y den una protección adecuada a la familia, elemento esencial de cualquier desarrollo económico y social.
Para explicar el valor y el alcance espiritual de la cooperación mundial, Francisco citó un episodio de hace 2000 años narrado en el Evangelio, cuando el rico Zaqueo abandonó su vida holgada para compartir las necesidades de los más pobres luego de un encuentro con Jesucristo.
“Fue una decisión radical”, subrayó Francisco. “Este es el espíritu que debería estar en el origen y en el fin de toda acción política y económica”, agregó el Papa, que predica por una Iglesia pobre para los pobres.
“La mirada, muchas veces sin voz, de esa parte de la humanidad descartada, dejada atrás, tiene que remover la conciencia de los operadores políticos y económicos y llevarles a decisiones magnánimas y valientes, que tengan resultados inmediatos, como aquella decisión de Zaqueo”, manifestó.
El Pontífice agradeció a la ONU por sus esfuerzos a favor de la paz en el mundo y recordó que una importante parte de la humanidad sigue excluida de los beneficios del progreso, relegada a “seres de segunda categoría”.
Derecho a la vida. Sin pronunciar la palabra aborto ni eutanasia, Francisco reiteró la condena de la Iglesia al asegurar que la vida es sagrada e inviolable desde su concepción hasta su fin natural.
Tras defender un desarrollo humano integral, con una legítima distribución de los beneficios económicos por parte del Estado, Francisco invitó a todas las agencias y programas de la ONU a promover una verdadera movilización ética mundial, más allá de cualquier diferencia de credo.
La audiencia con el Papa se llevó a cabo pocos días después de que un comité especializado de la ONU examinara en Ginebra los esfuerzos del Vaticano para combatir la pederastia de los curas, tras las acusaciones de que ha encubierto por décadas miles de esos casos.
El espinoso tema no fue abordado durante el encuentro de este viernes.
Por primera vez, el Vaticano reveló ante la ONU, el martes, el número de casos y denuncias de abusos sexuales cometidos por religiosos que maneja internamente.
En los últimos diez años 848 sacerdotes fueron reducidos al estado laico y otros 2.572 recibieron instrucciones de vivir una vida de oraciones y penitencia en monasterios por haber abusado de niños.
En total 3.420 casos basados en abusos cometidos por religiosos entre 1950 y 1980, han sido examinados, según esas estadísticas.
Francisco, elegido en marzo del 2013 al trono de Pedro, pidió perdón en abril, por primera vez, por los abusos contra niños, cometidos por sacerdotes, y prometió sanciones severas para los culpables.