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Londres. AFP. El Gobierno británico dio ayer el primer paso para la celebración de un referendo sobre la UE al anunciar, en el tradicional discurso de la reina en el Parlamento, la presentación de leyes que lo permitan.
“Se introducirán leyes para convocar un referendo de pertenencia a la Unión Europea (UE) antes de fines del 2017” , dijo Isabel II en el discurso que marca el inicio del curso parlamentario.
El texto de ley se publicará hoy y la Cámara de los Comunes podría empezar a debatirla el próximo mes, dejando la puerta abierta para una votación a partir del año que viene.
El primer ministro conservador, David Cameron, quiere recuperar poderes cedidos a la UE y, si lo logra, defendería que el país siga en la unión.
El “Gobierno renegociará la relación del Reino Unido con la Unión Europea y buscará la reforma” del bloque, manifestó Isabel II en su mensaje.
“¿Debería el Reino Unido seguir siendo miembro de la Unión Europea?” es la pregunta que los británicos tendrán que responder en la consulta.
Rodeada de pompa y boato, la reina, con corona y sentada en el trono de la Cámara de los Lores, lee una vez al año este discurso preparado por el gobierno, en el que se esbozan los principales planes para el curso.
En este caso, la alocución llegó después de las elecciones del 7 de mayo, que los conservadores ganaron y en las que obtuvieron mayoría absoluta.
En el anterior discurso de la jefa de Estado, la medida estrella fue un impuesto de cinco peniques por cada bolsa de plástico. En este, con Cameron libre de la atadura de gobernar con los liberales, se plantearon medidas de mayor calado.
Por ejemplo, la congelación por ley de los impuestos, pese al objetivo gubernamental de ahorrar 12.000 millones de libras anuales ($18.000 millones), o la cesión de amplios poderes a las regiones –Escocia, Gales e Irlanda del Norte–.
“Nuestra primera prioridad es ayudar a los trabajadores”, expresó Cameron en el debate posterior al discurso.
Harriet Harman, que está provisionalmente al frente de los laboristas, principal fuerza de la oposición, hasta la elección del sustituto del renunciante Ed Miliband, avisó que plantarán cara pese a la mayoría absoluta conservadora.
“Si actúa por los intereses del país, apoyaremos al Gobierno. Si no, no dudaremos en ejercer una oposición decidida, inquisitiva y directa”, advirtió.
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En el discurso, la monarca confirmó además que el presidente chino, Xi Jinping, y su esposa harán una visita de Estado al Reino Unido en octubre.
La tradición del discurso de la reina se remonta a 1536 y está rodeada de un gran protocolo. El emisario de la jefa de Estado que tiene como tarea ir a buscar a los diputados para el discurso, es recibido con un portazo en las narices para simbolizar la determinación de los parlamentarios a mantener su independencia.
Además, durante el discurso, un diputado permanece cautivo en el palacio de Buckingham, para asegurarse de que la soberana, de 89 años, vuelva sana y salva.
Isabel II recorre la distancia entre el Parlamento y el palacio de Buckingham en una carroza dorada y pronuncia el discurso en el trono de la Cámara de los Lores, al lado de su marido, Felipe de Edimburgo.
La alocución concluyó como manda la tradición, con una invocación divina: “Rezo para que la bendición de Dios todopoderoso presida vuestras deliberaciones”.
El de este miércoles fue el 62.º discurso parlamentario de Isabel II.
