París. Cuando el próximo miércoles, el actual alcalde de París, Jacques Chirac, asuma la presidencia de Francia, culminará una lucha de 14 años, tras la cual logró acabar con el imperio que por ese tiempo tuvo el socialismo en el Palacio del Elíseo.
Chirac, de 63 años, a quien ayer el Consejo Constitucional proclamó presidente electo, reemplazará en la presidencia a Franáois Mitterrand, quien deja el cargo, aquejado de un cáncer de próstata que lo tiene al filo de la muerte.
El Alcalde de París habia fracasado en las dos anteriores campañas electorales (de 1981 y 1988), debido a las divisiones y disputas de la derecha gaullista, pero, gracias a su tenacidad, logró su sueño de ser el presidente de "todos los franceses", como rezaba su lema de campaña. Es por ello el personaje que más ha descollado en la última semana.
La tercera fue la vencida para este político, casado con Bernardette de Chirac y padre de dos hijos, quien logró 15.763.027 votos, (el 52,64 por ciento), frente a los 14.180.644 de Lionel Jospin (el 47,36 por ciento).
El actual presidente electo no se amilanó por la amarga sorpresa de resultar segundo en la primer ronda el 23 de abril, luego de figurar de primero en las encuestas, vencido por el socialista Jospin, a quien los sondeos ubicaban en un tercer lugar sin opción. Chirac unificó a la derecha moderada detrás de él y ratificó su condición de favorito en la segunda vuelta.
Tras dar ayer lectura a los resultados oficiales, el presidente del Consejo Constitucional, Roland Dumas, anunció que el traspaso de poderes se celebrará el 17 de mayo, tres días antes que expire el mandato del presidente Mitterrand (electo en 1981 y reelecto en el 88).
Mandato de cambios
Luego de asumir el mando, el nuevo jefe del Estado deberá anunciar el nombre de su primer ministro, y este la composición de su Gobierno, conformado tras arduas negociaciones que, según analistas, se mantendrán hasta el miércoles, inclusive, entre los dos partidos mayoritarios de derecha, el conservador RPR (Reagrupación para la República) y el liberal UDF (Unión para la Democracia Francesa).
Chirac tendrá a su cargo la dura tarea de reunificar a los gaullistas luego de la pasada campaña electoral, matizada por fuertes ataques entre él y Edouard Balladur (actual primer ministro, quien cesará en el cargo junto con Mitterrand).
La gestión del actual alcalde de París implicará una reforma al actual sistema de gobierno, mediante la reducción del equipo de ministros, de los 29 actuales, a solo 25 carteras, con una decena de secretarios de Estado, según fuentes extraoficiales.
Los analistas dan como un hecho que Chirac nombrará como su primer ministro al actual ministro de asuntos exteriores, Alain Juppé, figura descollante en el proceso de unificación europea, con quien se ha reunido varias veces desde su triunfo electoral en la segunda ronda del 7 de mayo.
Para cumplir con sus promesas de devolverle a Francia un papel protagónico en la economía mundial, podría crear un "superministerio" de Economía y Finanzas, para tratar de contener la inflación y disminuir el desempleo (de 12 por ciento de la población).
Además se especula que ampliará las competencias del Ministerio de la Vivienda para responder a las necesidades de vivienda social y resolver problemas propios a los barrios periféricos de las grandes ciudades.