París
El fundador del partido francés de extrema derecha Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, renunció a presentarse a las próximas elecciones regionales, un gesto de distensión en la crisis familiar y política que lo opone a su hija, Marine Le Pen, que lo sucedió al frente del FN.
Criticado por recientes declaraciones sobre el Holocausto y la inmigración que contradicen la estrategia de "normalización" del partido adoptada por su hija, Jean-Marie Le Pen, de 86 años de edad, abogó por que su nieta, la diputada Marion Maréchal-Le Pen, de 25 años y figura ascendente del partido, sea candidata en su lugar en las elecciones regionales de Provenza-Alpes-Costa Azul (sureste).
En declaraciones al periódico Le Figaro, Jean-Marie Le Pen, que se arriesgaba a no obtener la investidura de su partido para esos comicios, dijo que no se presentará pese a que piensa que hubiera sido "el mejor candidato para el Frente Nacional".
"Si debo sacrificarme por el porvenir del movimiento, no seré yo quien lo perjudique", agregó.
Le Pen, presidente honorifico del partido defendió la candidatura de su nieta. "Si ella acepta, creo que sería una cabeza de lista muy eficaz. Sin duda la mejor, es decir después de mí", dijo.
El 2 de abril Le Pen desató una sucesión de críticas en su propio partido al repetir declaraciones sobre las cámaras de gas en los campos de exterminio nazis, calificadas de "detalle de la historia", que le habían valido ya una condena judicial.
Pocos días después, volvió a la carga en una entrevista dada a un periódico de extrema derecha, en la que defendió al mariscal Philippe Pétain, artífice de la colaboración de Francia con el régimen nazi, y afirmó que es necesario "salvar a la Europa boreal y al mundo blanco".
Denunciando un "suicidio político, Marine Le Pen acusó a su padre de crear una "crisis sin precedentes" en el partido.
Consideró que su padre debería retirarse, aunque al mismo tiempo inició un proceso disciplinario contra él.
El retiro del patriarca de la ultraderecha francesa es un "signo de distensión", consideró el diputado Gilbert Collard, próximo de Marine Le Pen.
"Es la prueba de que escuchó el llamado a la sensatez lanzado con dignidad, firmeza y un sufrimiento evidente" por su hija, agregó.
Es una "decisión muy sensata", pero no impedirá que el buró ejecutivo del FN se reúna "en formación disciplinaria", probablemente a fin de mes, declaró, por su parte, Florian Philippot, vicepresidente del partido.
En los últimos días, Marion Maréchal-Le Pen guardó silencio, evitando participar en la polémica que arreciaba en su partido. Se limitó a condenar las declaraciones de su abuelo sobre las cámaras de gas, afirmando que no quería dar la impresión "de aprovechar la situación" para ocupar el tablero político. El lunes, su equipo anunció que es candidata a la investidura de su partido en las regionales del sudeste.
Esa eventual investidura reforzaría su posición dentro del partido. La nieta de Le Pen, benjamina del Parlamento francés, es más conservadora que su tía en el plano social y más liberal en el económico.
Desde que sucedió a su padre en la presidencia del FN, en el 2011, Marine Le Pen trata de borrar la imagen ultraderechista de su partido. Desde hace dos años obtiene éxitos electorales y no oculta su ambición para la presidencial del 2017.