Isla de Giglio AFP La pequeña isla de Giglio vivirá hoy una de las maniobras más arriesgadas del rescate marítimo, cuando se intente enderezar el buque encallado Costa Concordia.
La isla toscana se preparaba ayer para al operativo de erguir el enorme barco, encallado en su orilla desde hace más de año y medio, una maniobra jamás realizada antes en el mundo.
La luz verde fue oficialmente dada ayer a media jornada por la Protección Civil italiana, al constatarse que las condiciones meteorológicas y marinas eran “compatibles” con la factibilidad de la operación.
“La isla está preparada para este acontecimiento; estamos muy confiados en su buen desarrollo”, afirmó Alessandro Centurioni, vicealcalde de Giglio y encargado del Medio Ambiente.
El pequeño puerto de la isla, al que llegan numerosos transbordadores con turistas, permanecerá cerrado todo el día.
“Enderezar el Concordia representa ahora el menor riesgo”, aseguró ante los diputados el jefe de la Protección Civil, Franco Gabrielli. Los técnicos a cargo del proyecto aseguran que el barco difícilmente habría soportado un tercer invierno en el agua.
“Se presta la máxima atención a los eventuales problemas de naturaleza medioambiental”, aseguró Gabrielli.
No menos de un centenar de personas participan en el operativo, inédito a escala mundial para una embarcación semihundida de semejante tamaño, bajo la dirección del experto de recuperación de navíos Nick Sloane.
El barco iniciará la rotación impulsado por enormes cadenas de acero enlazadas a torrecillas, instaladas para la ocasión. Luego, a partir de un cierto grado, será la fuerza de gravedad la que impulsará al barco hacia la posición vertical, según el proyecto.