Madrid. AFP. La infanta Cristina, hija del rey Juan Carlos de España, no apelará su imputación en un caso de fraude fiscal y comparecerá voluntariamente, anunció su abogado ayer, en un caso que asestó un duro golpe a la familia real.
La defensa reiteró la inocencia de la princesa, a quien el juez José Castro, del tribunal de Palma de Mallorca, imputó el martes por fraude fiscal y blanqueo de capitales, pero dijeron que comparecerá para no prolongar el proceso.
La infanta “ha decidido renunciar al derecho al recurso... y comparecer voluntariamente ante el ilustrísimo v Sr. juez instructor en la fecha que se señale a tal efecto”, dijo en un comunicado el despacho de abogados que la defiende.
Aseguraron que la infanta no tiene “nada que ocultar ante el ilustrísimo Sr. juez instructor ni ante el conjunto de la sociedad española” y juzgaron “sin fundamento jurídico” la convocatoria.
El juez Castro convocó a la infanta a declarar el 8 de marzo.
Este caso está relacionado con los negocios de su marido, el exjugador olímpico de balonmano Iñaki Urdangarín.
La infanta, de 48 años, y su marido, de 45, son propietarios a partes iguales de la sociedad Aizoon, de la que el juez sospecha que pudo servir para desvío de fondos públicos.
Urdangarín está imputado desde el 29 de diciembre del 2011 por supuestamente haber desviado 6,1 millones de euros de dinero público junto a su exsocio Diego Torres.
Ambos habrían conseguido, vía el Instituto Noós , una sociedad que presidió Urdangarín entre el 2004 y el 2006, contratos con las autoridades de Baleares y Valencia.