Atenas
El parlamento griego examina este miércoles un nuevo paquete de reformas, incluidas en el acuerdo con Bruselas a cambio de un rescate, en un voto que pondrá a prueba la capacidad del primer ministro Alexis Tsipras para mantener cohesionada a su propia mayoría.
El proyecto de ley incluye la reforma de la justicia civil, la aceleración del procedimiento de subastas y el refuerzo de la liquidez de los bancos, muy afectados después de tres semana cerrados.
El cierre de bancos, el control de capitales y la limitación de las retiradas en los cajeros fueron impuestos por el gobierno para evitar el hundimiento del sistema bancario mientras negociaba un tercer rescate con sus acreedores (la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional).
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Finalmente, Grecia y sus acreedores cerraron el 13 de julio un acuerdo que obliga al gobierno a adoptar duras medidas de ajuste a cambio de un tercer rescate financiero, que se podría concretar antes de finales de agosto.
El proyecto de ley, presentado este miércoles, también incluye la transposición de una directiva europea para que los bancos garanticen sus depósitos hasta 100.000 euros.
El texto fue llevado al parlamento con carácter de urgencia.
"El país vive una situación de urgencia, estoy ante un dilema (...) no quiero contribuir a un posible impago", dijo el ministro de justicia Nikos Paraskevopoulos, que afirmó que votaría el texto a pesar de sus dudas.
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El sindicato de funcionarios Adedy y el sindicato PAME, cercano al partido comunista, convocaron una manifestación de protesta ante el parlamento.
La semana pasada hubo incidentes durante una manifestación similar cuando se votaba un primer paquete de medidas que incluía subidas de impuestos y de cotizaciones.
A pesar de las voces discordantes, todo apunta a que el proyecto de ley, igual que la semana pasada, será aprobado por el parlamento. A los votos de la coalición del gobierno (que incluye los diputados de Syriza y sus aliados nacionalista Griegos Independientes) se suman los de la oposición socialista (Pasok) y de la derecha (Nueva Democracia).
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El miércoles pasado las medidas fueron aprobadas por 229 de los 300 diputados de la cámara. Sin embargo 123 de los 162 diputados de la coalición de gobierno no apoyaron el texto, signo de las disensiones dentro del ejecutivo.
Tsipras, que llegó al poder en enero, está intentado controlar a su mayoría y ya excluyó del gobierno a varios ministros contrarios al acuerdo con Bruselas, que contradice además el resultado del referendo el 5 de julio, cuando los griegos votaron "no" a medidas de ajuste menos duras que las que se están aprobando ahora.
Según los analistas, y a pesar de su gran popularidad, el primer ministro de 41 años tendrá que enfrentarse tarde o temprano a los disidentes para evitar unas elecciones anticipadas, una opción que sin embargo descartó el portavoz del gobierno.