Londres. AFP. Gran Bretaña saldó una deuda histórica ayer al “perdonar” a Alan Turing, descubridor del secreto de Enigma , la máquina codificadora de los nazis, quien se suicidó hace 60 años tras ser condenado por ser homosexual.
La reina Isabel II concedió el perdón real a Turing por una sentencia que hoy se considera “injusta y discriminatoria”, anunció el ministro de Justicia, Chris Grayling.
“El perdón de la reina es un tributo a la altura de un hombre excepcional”, agregó Grayling en un comunicado.
En 1952, Turing fue detenido y juzgado por homosexualidad, que fue considerada un delito en Gran Bretaña hasta 1967.
Para evitar ir a la cárcel, aceptó recibir inyecciones de estrógeno para anular su libido, lo que se conoce como castración química.
En 1954, a los 41 años, murió tras ingerir cianuro, aunque la versión de su muerte ha sido cuestionada.
Turing era un matemático cuyos trabajos se consideran claves para el desarrollo posterior de la informática y la computación.
Se sumó al equipo de criptoanalistas de la escuela gubernamental de códigos y cifrado de Bletchley Park, que acabaría descrifrando el funcionamiento de Enigma, la máquina de cifrado que los nazis usaban para sus comunicaciones.
Este fue un descubrimiento que acortaría la Segunda Guerra Mundial, pero del que los británicos se enterarían tarde porque los detalles fueron mantenidos en secreto hasta 1974, 20 años después de la muerte de Turing.
El primer ministro británico, David Cameron, dijo que aquel hito salvó “innumerables vidas”.