Madrid, Ávila
El expresidente del Gobierno español Adolfo Suárez volvió a unir hoy a los españoles y a la clase política del país para despedirle con muestras de agradecimiento y emoción al paso del cortejo fúnebre por el centro de Madrid y posterior funeral en la ciudad de Ávila.
Adolfo Suárez, el primer presidente del Gobierno español en la democracia moderna, falleció el domingo a la edad de 81 años.
El Ejecutivo decretó tres días de luto nacional y un cortejo fúnebre en Madrid con honores de Estado, que fue presenciada hoy por miles de ciudadanos en la calle y millones en todo el país por televisión.
La marcha comenzó en la sede del Congreso de los Diputados, donde el lunes se instaló una capilla ardiente de 24 horas, a la que acudieron además de los reyes, los miembros del Gobierno, los líderes de la oposición y parlamentarios, unas 30.000 personas que hicieron más de dos kilómetros de fila.
Hoy, al paso del féretro de Suárez en un armón tirado por cuatro caballos, se escucharon muchas veces gritos de "Gracias presidente", "Viva Suárez", aplausos, vítores y bravos, de los miles de ciudadanos que llenaban las aceras, los balcones y ventanas.
"El mejor presidente de España" y " Aprended de Suárez " fueron otras frases pronunciadas entre el público durante la marcha fúnebre, en la que detrás del féretro seguían a pié sus familiares y detrás de ellos el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, acompañado por los presidentes del Congreso y del Senado.
Miembros del Gobierno y líderes de los partidos de la oposición, así como diputados de todos los signos marcharon juntos para despedir a Suárez.
El riguroso luto y las expresiones de pesar, emoción y solemnidad, dominaban entre los participantes en la marcha fúnebre, que concluyó en la emblemática Plaza de Cibeles, donde la compañía del Ejercito de Tierra, que escoltaba el cortejo, dio el toque de oración y la descarga de fusilería, lo que provocó muestras de emoción de algunos de los presentes.
De allí el féretro fue trasladado en automóvil a la ciudad de Ávila, donde Suárez residió y dio sus primeros pasos en política y en cuya catedral se celebró una ceremonia religiosa solemne, a la que asistieron los hijos y nietos del expresidente, así como el jefe del Gobierno y otras autoridades.
Centenares de personas esperaban ya en la catedral de Ávila y aledaños la llegada del féretro, que recibieron con aplausos y que pese al intenso frío permanecieron horas apostadas para despedirse.
Después de la ceremonia religiosa, Suárez recibido sepultura en el claustro de la catedral de El Salvador junto a los restos de su esposa, Amparo Illana, y a escasos diez metros de donde está sepultado quien fuera presidente del Gobierno en el exilio durante la II República, Claudio Sánchez Albornoz.
Antes, durante la ceremonia religiosa, el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, destacó el "prodigioso trabajo" de Adolfo Suárez en la transición española de la dictadura franquista a la democracia, inaugurando un estilo de convivencia política trabajando sin cesar por el entendimiento entre los españoles.