Estambul. EFE. Los periodistas turcos Can Dündar y Erdem Gül fueron condenados el viernes a cinco años de cárcel por “revelar secretos del Estado”, tras un polémico juicio que fue seguido por numerosas figuras públicas en Turquía y Europa.
Dündar, director del diario Cumhuriyet y quien el viernes fue atacado a disparos por un hombre, ya detenido, fue sentenciado a cinco años y diez meses, y Gül, jefe de la redacción del mismo medio en Ankara, a cinco años.
La Fiscalía había pedido 25 y 10 años, respectivamente, por un reportaje publicado en mayo pasado en Cumhuriyet , que incluía imágenes de armas supuestamente tomadas en un envío de Turquía a Siria, realizado en enero del 2014 y escoltado por los servicios secretos turcos.
Había abandonado, sin embargo, las acusaciones de espionaje y de “intento de golpe de Estado”, por las que había pedido cadena perpetua.
La defensa recurrirá la sentencia ante la Corte Suprema. Mientras tanto, los dos periodistas no ingresarán en prisión, informó la cadena CNNTürk.
“Hoy hemos afrontado dos intentos de asesinato: uno armado y otro judicial”, dijo Dündar al conocerse la sentencia y en referencia a un suceso ocurrido horas antes, cuando un desconocido le disparó, sin dar en el blanco, en la puerta del juzgado, gritándole “traidor”.
Dündar y Gül pasaron tres meses en prisión preventiva tras ser detenidos en noviembre pasado, y fueron liberados en febrero después de una sentencia del Tribunal Constitucional duramente criticada por el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
El jefe de Estado manifestó entonces que no respetaba ni reconocía esa decisión judicial y pidió a los tribunales inferiores que no la acataran.
“El Constitucional nos dio la razón: no hicimos otra cosa que periodismo, pero nos topamos con el presidente. Amenazó y chantajeó, y hay quien le hizo caso”, expresó Dündar.
“Sabemos que el motivo de las balas de hoy (viernes) son las amenazas que nos dirigen desde la cúpula del Estado. Esta condena no nos intimidará, ni debe intimidar el resto de la prensa”, advirtió.
Numerosas autoridades europeas habían expresado su preocupación por este proceso judicial que consideran una vulneración de la libertad de la prensa.
Su apertura en marzo provocó tensiones diplomáticas pues Erdogan acusó a varios cónsules europeos presentes entonces en la sesión de extralimitarse en sus funciones.
El motivo del juicio se remonta a enero del 2014, cuando la gendarmería turca detuvo un camión que se dirigía a Siria y, según filtraciones a la prensa, descubrió armas en él.
El camión, escoltado por los servicios secretos turcos, pudo seguir su camino por órdenes del Gobierno turco que aseguró que el vehículo transportaba "ayuda humanitaria".
No obstante, Erdogan llegó a decir el año pasado: “Y si había armas ¿qué? Era ayuda para los turcomanos”, un grupo étnico en el norte de Siria que recibe respaldo de Ankara.