Kiev. AFP. Las multitudinarias manifestaciones del domingo en Ucrania, con motivo del segundo centenario del nacimiento del gran poeta ucraniano Taras Shevchenko, terminaron con enfrentamientos entre prorrusos y nacionalistas ucranianos en Crimea, y el anuncio de la visita a Estados Unidos del primer ministro ucraniano.
Miles de personas de la capital y de otras ciudades como Sebastopol salieron a la calle para apoyar la soberanía del país, en momentos en que soldados rusos controlan la península ucraniana de Crimea.
En Kiev, el primer ministro Arseni Yatseniuk afirmó que Ucrania no cederá ni un centímetro de su territorio a Rusia y anunció que visitará Estados Unidos la próxima semana para abordar la crisis en su país.
“Voy a Estados Unidos para participar en reuniones de alto nivel, con el objetivo de resolver la situación en Ucrania”, dijo el primer ministro citado por la agencia Interfax, sin dar más detalles.
“Es nuestra tierra. No cederemos ni un centímetro. Que Rusia y su presidente (Vladimir Putin) lo sepan”, declaró Yatseniuk al inicio de la manifestación en homenaje a Shevchenko, símbolo de la independencia de Ucrania.
Durante la manifestación, el presidente interino, Alexander Turchínov, pidió un minuto de silencio por los fallecidos durante los tres meses de protestas que condujeron a la destitución del presidente Víktor Yanukóvich el pasado 22 de febrero.
Conflicto latente. La tensión sigue siendo intensa en la península de Crimea, donde el parlamento local desafió la autoridad de Kiev al organizar el 16 de marzo un referendo. referéndum sobre su integración con Rusia.
En Sebastopol, puerto que alberga el cuartel general de la flota rusa del mar Negro, prorrusos atacaron los servicios de seguridad de una manifestación de pocos centenares de partidarios de las nuevas autoridades ucranianas.
Unos cien hombres armados con porras y látigos atacaron a los servicios de protección de la marcha, a quienes acusaron de pertenecer al Pravy Sector, movimiento nacionalista paramilitar que estuvo en primera línea del movimiento de descontento en Kiev.
Por su parte, unos 10.000 partidarios de Moscú se concentraron en apoyo al referendo de integración de Crimea con Rusia .
“Ya no queremos a los fascistas ucranianos”, declaró Olga, de 60 años, para quien Crimea forma parte de Rusia.
En Donetsk, bastión rusohablante en el este del país, varios miles de prorrusos se reunieron en la plaza de Lenin para reclamar también un referendo sobre su integración a Rusia.
Las manifestaciones tienen lugar un día después de que 54 observadores internacionales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) intentaron acceder, sin éxito, a la península de Crimea, donde deben realizar una misión para reducir la tensión.
En el frente diplomático, a pesar de las intensas consultas durante la semana, occidentales y rusos no han logrado encontrar una salida a la peor crisis en sus relaciones desde la caída de la Unión Soviética en 1991.
El Kremlin indicó que el presidente ruso intercambió puntos de vista con la canciller alemana, Ángela Merkel, y con su colega británico, David Cameron.