Barcelona. AFP. Reforzado por la votación simbólica de más de dos millones de personas el domingo, el presidente catalán Artur Mas buscará ahora un verdadero referendo sobre la independencia de España que Madrid se ha negado a negociar.
Según el ejecutivo regional, 2,3 millones de personas participaron en la votación, cuya celebración parece haber enquistado más el conflicto entre el Gobierno español y esta región de 7,5 millones de habitantes, donde el sentimiento independentista crece desde hace años.
“Pedimos al mundo que nos ayude a convencer a las instituciones españolas de que (...) nos merecemos un referendo legal y vinculante”, lanzó Mas el domingo por la noche, celebrando como “un éxito total” la votación.
Tras el recuento, un 80,7% de los participantes respaldaron la independencia ante el boicot promovido por partidarios del “no”.
“Espero que sirva de algo aunque no fuera una consulta legal. Al menos para que vean qué piensa Cataluña”, deseaba Aroa Ruiz, una estudiante de 19 años de Barcelona que votó por el “sí”.
Sin embargo, para Gabriel Colomé, politólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona, la respuesta del jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, está muy clara: “Es ‘no’”.
Advertencias. Tras suspender la consulta por medio del Tribunal Constitucional , el entorno del ejecutivo conservador advirtió de consecuencias legales contra Mas por presunta desobediencia. De hecho, la Justicia española abrió investigaciones a petición de la Fiscalía, partidos y asociaciones opuestas a la autonomía.
“Espero que hoy (ayer) sea el día que Artur Mas reciba una carta del fiscal”, lanzó un vicesecretario general del Partido Popular de Rajoy, Esteban González, en Madrid, mientras en Barcelona, su líder en Cataluña, Alicia Sánchez advertía: “el que se salta la ley tiene las consecuencias”.
En busca de acuerdo. Entre ambas trincheras, emergió el líder opositor socialista, Pedro Sánchez, quien viajó a Barcelona para ofrecer una solución al conflicto.
“Hay un problema en Cataluña y en España, pero la buena noticia es que hay una salida”, dijo Sánchez, al proponer una reforma constitucional “que ponga fin a la España de las autonomías y avance hacia un federalismo” para “limpiar la democracia” y “reconocer la diversidad en la unidad de los pueblos de España”.
“Le exijo al señor Rajoy que abandone los tribunales y se abra un espacio para el diálogo y la negociación”, añadió Sánchez, que se presenta como la opción de concordia entre Madrid y Barcelona a un año de las legislativas.
En la prensa española, aparecía el mismo mensaje: “Rajoy y Mas deben dialogar y negociar”, afirmó ayer en su editorial el diario El País .
La elevada participación, celebrada como un éxito por los independentistas, podría favorecer este contexto de diálogo al fortalecer la posición del presidente Mas ante la presión de los independentistas de ERC para celebrar elecciones y romper unilateralmente con Madrid.