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El ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson, en Ucrania, donde este jueves visitó un monumento en honor a los activistas que murieron en 2014 durante unas manifestaciones contra el gobierno. (AP.)
Roma
El ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson, defendió este jueves operaciones para rechazar los barcos cargados de migrantes de vuelta a las costas de Libia e impedir así que lleguen a Italia, una medida que tendría un "efecto disuasorio".
Johnson sostuvo que ante la llegada masiva de migrantes a la península, el Reino Unido se compromete a ayudar a Italia, según aseguró en una conferencia de prensa conjunta celebrada en Florencia (centro de Italia) con su homólogo italiano Paolo Gentiloni.
"Participamos ya con los buques británicos HMS Diamond y HMS Entreprise en la operación Sophia para ayudar a ahuyentar a algunos de esos barcos. Yo personalmente creo que se deben repeler casi hasta la costa, de manera que no puedan llegar a Italia", dijo.
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"Tendría un efecto disuasorio", explicó Johnson.
La operación naval europea Sophia tiene como objetivo luchar contra el tráfico ilícito de migrantes provenientes de las costas de Libia.
Los buques tienen autorización de abordar los botes de contrabandistas que entran en aguas internacionales, lo que nunca ocurre, y en realidad se dedican a operaciones de socorro.
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Desde hace algunas semanas, en el marco de la operación Sophia, se forma personal libio para que trabaje como guardia costera, e intercepte a los migrantes antes de que lleguen a las aguas internacionales.
"Creo que hemos ahuyentado 200.000 migrantes, perdón hemos salvado 200.000 migrantes. Ese es el enfoque correcto", afirmó Johnson.
Gentiloni reiteró por su parte que la cuestión no debe ser vista "como un problema italiano, sino como un problema europeo", tras señalar que será discutida el viernes en la cumbre informal de la UE en Bratislava.
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Desde el 2014, más de 450.000 migrantes han desembarcado en Italia.
Según el emisario de la ONU para Libia, Martin Kobler, unos 235.000 migrantes esperan zarpar de las costas libias con destino a Italia y así entrar a Europa pese al cierre de las fronteras y al aumento de la xenofobia.
