Madrid. AP Y AFP. El expresidente español, Adolfo Suárez, figura clave en la transición a la democracia, falleció ayer los 81 años.
Suárez fue el primer jefe de gobierno electo de manera democrática en España tras décadas de gobiernos de derecha, al mando del general Francisco Franco.
El vocero de la familia, Fermín Urbiola, dijo que el exmandatario murió en la Clínica Cemtro de Madrid, donde fue ingresado el lunes pasado por una neumonía.
No se supo de inmediato la causa exacta de su muerte, pero Suárez había estado sufriendo un proceso degenerativo asociado con la enfermedad de Alzhéimer desde hace unos 10 años.
El viernes, su hijo, Adolfo Suárez Illana, dijo que la condición de su padre empeoró y que se esperaba que falleciese en cuestión de días.
Artífice. Suárez es considerado uno de los grandes arquitectos de la España moderna.
Entre 1976 y 1981 lideró, junto con el rey Juan Carlos, un proceso conocido como transición, en el que consiguió poner de acuerdo a dos Españas antagónicas: la que permanecía afín al régimen Francisco Franco y la vinculada al bando republicano y de izquierdas.
Lo primero que hizo fue convocar elecciones para revestir su mandato de legitimidad en las urnas. Durante la campaña electoral pronunció un famoso discurso que todavía sigue vivo en el imaginario colectivo de los españoles, en el que enumeraba los puntos básicos de su programa con la frase “puedo prometer y prometo” .
Al frente del Partido Unión de Centro Democrático, ganó los comicios y fue investido como el primer presidente electo democráticamente desde el inicio de la dictadura franquista.
En su primer año de gobierno, se aprobó la polémica Ley de Amnistía, todavía vigente, que ha bloqueado hasta la fecha varios intentos de investigación sobre los crímenes del franquismo.
También impulsó una nueva constitución democrática, garante de libertades y separación de poderes, que fue ratificada en las urnas con un referendo en 1978. Disolvió el Parlamento y volvió a ganar los comicios un año después.
Suárez era considerado un hombre de consenso, determinado, con capacidad y recursos para resolver situaciones de crisis.
Sin embargo, no tuvo tanto éxito en la gestión diaria del Gobierno y los difíciles equilibrios de poder en una España que mezclaba la ilusionante explosión de libertades con una brutal crisis económica.
Perdió el apoyo del Partido y dimitió en enero de 1981. En su despedida, aseguró que con su retirada esperaba garantizar que la era democrática abierta no se convirtiera en un “ mero paréntesis”.
En 1982, volvió a presentarse como candidato, pero perdió frente al Partido Socialista.
Se retiró de la política en 1991. En 1996, recibió el prestigioso Premio Príncipe de Asturias por su contribución a la democracia.