Fráncfort
La ciudad alemana de Fráncfort evacuó este domingo a unos 60.000 habitantes para desactivar una enorme bomba británica que data de la Segunda Guerra Mundial, en la operación más grande de ese tipo realizada en Alemania desde 1945.
"No es una sensación muy agradable que le saquen a uno así de su casa, pero bueno, no tenemos elección", declaró un residente, Jürgen Winterscheidt, de 52 años, que dejó la zona en autobús, acompañado de su madre, de 74 años.
Esta última, Karin Winterscheidt, ya sabía qué haría mientras no pudiera volver a casa: quizá vayamos a un museo, son gratuitos para las personas evacuadas.
La bomba de la Royal Air Force británica fue apodada irónicamente como "Wohnblockknacker" y "Blockbuster", por algunos habitantes de Fráncfort a causa de su poderosa carga explosiva.
Potente y devastador
Este artefacto pesa por sí solo 1,4 toneladas, las suficientes para devastar una manzana entera de edificios.
El explosivo fue descubierto a principios de la semana pasada en una obra en construcción del perímetro universitario de la ciudad, a dos pasos del distrito financiero y del centro de la ciudad alemana.
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Para permitir el desminado, cerca de 60.000 vecinos tuvieron que abandonar sus domicilios, es decir cerca del 10% de la población total de la ciudad.
La evacuación se realizó en un perímetro de 1,5 kilómetros alrededor del lugar donde fue hallada la bomba.
A finales del año pasado también se llevó a cabo un operativo similar, en un poblado al sur de Alemania.
En esa oportunidad, fue necesario evacuar a unos 54.000 residentes ante el hallazgo de una bomba que también era de la Segunda Guerra Mundial.
Lento desalojo
La Policía comenzó a desplegarse en la zona desde el sábado como medida de precaución para evitar saqueos en las viviendas o tiendas.
Las personas mayores o con discapacidad fueron trasladados de últimas.
Los policías se aseguraron de que todos hubiesen abandonado los edificios del perímetro llamando a los timbres de las viviendas y dando consignas por megáfonos.
La evacuación llevó más tiempo de lo previsto, pero tras un retraso de unas dos horas, los artificieros pudieron comenzar a desactivar la bomba.
Al final de la tarde, los expertos desactivaron el explosivo. Por ello, la Policía autorizó el regreso de los residentes, empezando por los pacientes de los dos hospitales del barrio.