Taipéi. AFP. La venta de armas estadounidenses a Taiwán, que provocó la cólera de China, ilustra la voluntad de la isla de conservar un poder disuasorio frente a Pekín, aunque pueda amenazar el actual calentamiento de las relaciones con su vecino comunista, opinan expertos desde Taipéi.
Para Tung Chen-yuan, politólogo de la Universidad Nacional de Taipéi Chenchi, “Taiwán necesita esas armas para estar en posición de negociar en el futuro”.
El Pentágono provocó la peor crisis chino-estadounidense desde que el presidente Barack Obama entró en funciones, al firmar un contrato armamentístico de más de $6.000 millones con Taiwán.
En represalia, China suspendió el sábado los intercambios militares con Estados Unidos y prometió sanciones contra las sociedades implicadas en esta entrega.
Estados Unidos permanece en una situación difícil: reconoce a China al tiempo que entrega “armamento defensivo” a Taiwán en virtud de la “Ley sobre las relaciones con Taiwán”, votada en 1979.
Taiwán destaca que hay 1.500 misiles chinos apuntando contra su territorio y que el fortalecimiento del arsenal chino no disminuye.
Mutua desconfianza. Desde que el presidente Ma Ying-jeou asumió el poder, en mayo de 2008, las relaciones entre la República Popular de China y la República de China (nombre oficial de Taiwán) habían mejorado por medio de acuerdos económicos y comerciales.
Pero el Presidente taiwanés debe moverse constantemente entre dos aguas: su compromiso de mejorar las relaciones en el estrecho de Formosa y salvaguardar los intereses de los 23 millones de sus conciudadanos apegados a su soberanía.
Fue así como el sábado dio muestras de una particular prudencia cuando afirmó que esas armas ayudarían a su país a sentirse “más confiado y más seguro” y contribuirían al desarrollo de sus relaciones con China.
A pesar de los crecientes intercambios turísticos entre los dos vecinos, la desconfianza prevalece tanto de un lado como del otro.
Y aun cuando China favorece el calentamiento diplomático con la isla, no por eso se aparta del principio de “China única”, al contar con que Taiwán volverá a su administración, como hizo Hong Kong.
“China tiene más de mil misiles apuntando hacia Taiwán y no muestra ninguna voluntad de reducir su arsenal militar”, destacó el diputado taiwanés Lin Yu-fang, miembro del comité parlamentario de la Defensa Nacional y las Relaciones Exteriores.
“Taiwán debe prepararse antes de que las partes puedan firmar un acuerdo de paz para una reconciliación política formal”, dijo Lin Yu-fan.
El presupuesto militar chino no deja de aumentar. En 2009, el monto se elevó 15,3% hasta $69.000 millones, contra solo $10.000 millones para Taiwán.