Washington. EFE La química Ste-phanie Kwolek, inventora de la fibra Kevlar que se convirtió en el componente esencial para los chalecos antibalas en el último medio siglo, murió el viernes a los 90 años, informaron medios de EE. UU.
Kwolek, quien inventó el Kevlar cuando trabajaba para la empresa química DuPont en la década de 1960, falleció en Talleyville (Delaware, noreste de EE. UU.) tras una breve enfermedad, dijo al diario USA Today su amiga Rita Vasta.
El Kevlar es una fibra de alto rendimiento, cinco veces más resistente que el acero en igualdad de peso, que desde su salida al mercado en 1965 ha sido muy utilizada por los cuerpos de seguridad y el ejército, especialmente en la fabricación de chalecos antibalas y contra ataques con arma blanca.
También se usa en la estructura de vehículos, equipos de bomberos y en la construcción, para dar una mayor resistencia ante tornados y explosiones.
Además, se utiliza en los frenos y neumáticos para la automoción, componentes para aviones, prendas de protección y para la defensa personal.
El Club de Supervivientes Kevlar, una alianza entre DuPont y la Asociación Internacional de Jefes de Policía, ha documentado al menos 3.200 vidas salvadas gracias al uso de la fibra Kevlar.
Kwolek, licenciada en química, comenzó a trabajar para DuPont en 1946, aprovechando el vacío dejado en la empresa por muchos hombres que habían entrado en el Ejército durante la II Guerra Mundial.
Tenía 42 años cuando inventó el Kevlar a partir de polímeros de cristal líquidos que, una vez metidos en una máquina, se transformaban en un material resistente.
Nunca se casó. “Cuando eres una química que persigue con vehemencia algo, no hay mucho tiempo para salir en citas”, alegaba. Sin embargo, era sociable y tenía muchos amigos, según Vasta.
Ganadora de la Medalla Nacional de Tecnología en 1996, Kwolek conservaba pequeñas bobinas de Kevlar en su vivienda.