Frente a las manifestaciones que sacuden al país desde el 15 de marzo, las autoridades prometieron ayer medidas anticorrupción, anunciaron alzas salariales y liberaron a detenidos en las protestas.
La consejera del Presidente, Al Asad Busaina Shaaban, declaró durante una conferencia de prensa en Damasco que las reivindicaciones de la población son “legítimas”. “Siria estudiará la anulación de la ley sobre el estado de emergencia”, afirmó la consejera, refiriéndose a una de las principales demandas de los manifestantes.
Añadió también que se “establecerán nuevos mecanismos para luchar contra la corrupción”.
Por su parte, la agencia de prensa oficial
En cuanto a las manifestaciones que se suceden desde el viernes en Deraa, Busaina quiso hacer la distinción entre los habitantes y “la gente que tiene armas, que no tiene ninguna reivindicación y solo intenta causar actos violentos”. Y dijo que se investiga quién está detrás de estas protestas y su posible “financiación extranjera”.
Respecto al número de muertos desde el 15 de marzo, la consejera presidencial dio cuenta de 10 y aseguró que la prensa exagera.
Pero militantes y testigos, contactados por teléfono desde Nicosia, aseguran que las fuerzas de seguridad mataron a por lo menos 100 personas el miércoles en Deraa. “Hay seguramente más de 100 muertos y la ciudad necesita una semana para enterrar a sus mártires”, declaró Ayman al Asuad, militante de derechos humanos.
Más de 20.000 personas participaron ayer en los funerales de estas víctimas, según militantes.
Las fuerzas de seguridad evacuaron la mezquita Al Omari, que se había convertido en el cuartel general de las protestas en esta ciudad, y tomaron su control.
Por otra parte, EE. UU. condenó “la represión brutal” de las manifestaciones, la muerte de civiles y las detenciones de activistas”, según un comunicado del portavoz de la Casa Blanca.