El presidente saliente de centroizquierda, Boris Tadic, un proeuropeo, tratará de conservar el cargo frente al populista conservador Tomislav Nikolic.
Unos 7 millones de electores están convocados también para comicios legislativos y locales.
“Se trata las primeras elecciones desde 1990 en que la economía se ha impuesto como un asunto crucial”, apuntó el sociólogo Srecko Mihajlovic.
El Partido Democrático (DS) de Tadic y el Partido Serbio del Progreso (SNS, opositor) hicieron campaña basados en la promesa de empleos y providenciales inversiones extranjeras, además de enarbolar banderas de la lucha contra la corrupción y contra la economía sumergida, estimada en un 30% del PIB. Tadic, que condujo a Serbia desde el aislamiento de los 90 hasta el umbral de la Unión Europea (UE) , presentó un “plan de cinco puntos”, que pone énfasis en la necesidad de concluir ese proceso y de reactivar la economía, principalmente mediante la agricultura.
El país balcánico obtuvo en marzo el estatuto de candidato a la adhesión a la UE. Tadic espera iniciar las negociaciones formales este año y concluirlas en cinco.
“Estas elecciones son cruciales para Serbia, pues marcarán un cambio”, explicó Tadic.
Nikolic prometió por su lado aumentar los impuestos a los ricos y distribuir más dinero a los sectores más pobres, así como impulsar una política para atraer inversiones en los sectores agrícola e industrial.
Las últimas encuestas otorgan un 33,5% de intenciones de voto a Nikolic y un 28,3% a Tadic.