Desde el viernes, fueron evacuadas 2.500 personas, a las que se sumaron otras 200. Además, se empezó a movilizar a 420 cabezas de ganado.
Los evacuados permanecen en el día en los albergues y en las noches retornan a sus casas, según autorizaron los comités de socorro, mientras se mantiene la alerta amarilla en el lugar.
El pasado viernes, una fuerte explosión y una columna de ceniza de 10 kilómetros sobre el cráter del Tungurahua, a unos 1.230 kilómetros de Quito, fue la señal de un nuevo episodio eruptivo de este volcán que es monitoreado desde hace once años por la actividad permanente que presenta.
En 2006 tuvo dos fuertes explosiones que dañaron severamente el sistema vial de la zona y la agricultura.