“Nuestros combatientes actuarán para iniciar un proceso de retiro a partir del 8 de mayo”, indicó el HPG, ala militar del PKK, en un comunicado.
El texto agrega que el PKK respetará su promesa de retirarse del territorio turco, siempre y cuando las fuerzas armadas turcas no lo ataquen.
“ Utilizaremos nuestro derecho a la legítima defensa y a las represalias si se presenta ese caso”, advirtió el jueves el jefe militar del PKK, Murat Karayilan.
El comandante militar no dio un calendario concreto para el fin de esa operación, ni precisó si los combatientes del PKK iban a deponer las armas antes de retirarse, como reclama Ankara.
La operación debe durar varios meses. El número de rebeldes kurdos presentes en el territorio turco se estima en 2.000, a los cuales se añaden otros 2.500 en las bases de retaguardia del movimiento en territorio iraquí.
Esta retirada constituye la segunda etapa concreta del proceso de paz iniciado a fines de 2012 por el gobierno islamista-conservador turco para poner fin al conflicto, que ha causado más de 45.000 muertos desde sus comienzos, en 1984.
Tras semanas de discusiones, el jefe histórico del PKK, Abdulá Ocalan, llamó a sus tropas el 21 de marzo pasado, con motivo del nuevo año kurdo, a un cese del fuego y a retirarse de Turquía.
El jueves, el jefe militar del PKK recalcó que ahora le corresponde actuar a las autoridades de Ankara.
“Las condiciones de una solución a la cuestión kurda solo estarán reunidas después de que se lleven a cabo reformas en el marco de una solución constitucional”, declaró Karayilan.