Islamabad. AFP. Diecisiete personas murieron ayer en enfrentamientos en Pakistán, en una jornada de protestas contra un video antiislámico producido en EE. UU. y la publicación de caricaturas de Mahoma en Francia, que en otros países musulmanes transcurrió sin incidentes mayores.
Los choques con la policía dejaron como resultado cinco muertos en Peshawar (noroeste) y doce (entre ellos, dos policías) en Karachi (sur), así como unos 200 heridos. Los participantes en las protestas en ambas ciudades incendiaron varios cines, algunos de ellos considerados por los fundamentalistas como propagadores de películas obscenas.
También se vivieron manifestaciones en Bangladesh, donde unas 10.000 personas salieron a la calle y quemaron una imagen del presidente de EE. UU., Barack Obama, y una bandera francesa.
Varios miles desfilaron en la ciudad chiita iraquí de Basora (sur), con retratos del ayatolá Jomeini, fundador de la República Islámica de Irán, al grito de “¡No a Estados Unidos! ¡No a Israel! ¡Sí al mensajero! Por ti nos sacrificamos, mensajero de Dios”, en referencia al profeta Mahoma.
En Kabul, la capital de Afganistán, hubo manifestaciones sin incidentes que congregaron entre 200 y 300 personas.
Desde el inicio de la agitación que desde hace diez días recorre el mundo musulmán , desde el norte de África hasta Indonesia, más de 45 personas han perdido la vida, 12 de ellas el martes en un atentado en Afganistán. Entre los muertos, figura el embajador de EE. UU. en Libia, Christopher Stevens, quien murió la semana pasada junto con otros tres funcionarios estadounidenses en Bengasi.
La secretaria de Estado de EE. UU., Hillary Clinton, advirtió ayer de que todos los Gobiernos tienen el “deber” de proteger sus representaciones diplomáticas en el mundo.
Las manifestaciones de cólera obedecieron inicialmente a un video panfletario, La inocencia de los musulmanes , que ridiculiza a Mahoma, pero se vio azuzada esta semana por la publicación de caricaturas del profeta en la revista satírica francesa Charlie Hebdo .
Francia cerró ayer sus embajadas, consulados, centros culturales y escuelas en unos veinte países.
Los Gobiernos de países musulmanes se hallan ante el dilema de autorizar las protestas, al evitar los desmanes de grupos extremistas.
En Pakistán, autoridades decretaron una Jornada de amor al profeta para permitir a la población que se manifestara, y criticaron el polémico video. Pero a la vez ordenaron cortar los servicios de telefonía móvil durante el día, para dificultar la coordinación de eventuales atentados talibanes o de fundamentalistas vinculados a la red al-Qaeda.