Guatemala (AP). Medio centenar de personas protestaron el domingo a las afueras del cuartel militar donde guarda prisión el exdictador guatemalteco José Efraín Ríos Montt, condenado el viernes por genocidio.
“ Yo apoyo al ejército de Guatemala pero no estoy en contra de los ixiles, ni de los indígenas. Este fue un proceso viciado, un proceso cochino ” , dijo a The Associated Press Julio Abril, uno de los manifestantes, quién explicó que la protesta fue convocada a través de las redes sociales.
Los manifestantes vestidos de blanco y con accesorios militares gritaban “Viva Ríos Montt” a las afueras del Cuartel de Matamoros, una base militar en la que dentro de sus instalaciones funciona un centro de detención para hombres.
La prisión fue construida dentro de dichas instalaciones para detenidos de alto perfil o en situación de vulnerabilidad, según el Sistema Penitenciario guatemalteco.
Ríos Montt fue condenado el viernes a 80 años de prisión por genocidio y delitos contra los deberes de humanidad luego de que la fiscalía lo acusara de haber ordenado a través de planes militares, ejecutados por el ejército de Guatemala, el exterminio de miles de indígenas de la etnia ixil.
El tribunal que condenó a Ríos Montt también absolvió a su exjefe de inteligencia José Rodríguez Sánchez, luego de que no encontrara suficientes evidencias para condenarlo.
Este tribunal leerá el lunes las reparaciones que deberán darse a las víctimas de los crímenes. El tribunal emitió su sentencia 13 años después de haberse denunciado la muerte de miles de indígenas maya ixiles durante su gobierno de facto entre 1982 y 1983.
Guatemala vivió una cruenta guerra civil que desangró al país por 36 años, de 1960 a 1996. Según un informe de las Naciones Unidas al menos 200.000 personas murieron en ese periodo.
El condenado exdictador comparte su detención con otros 18 reos condenados o detenidos por diversos delitos.
Según el Servicio Penitenciario la celda de unos cuatro metros por cinco donde Ríos Montt está detenido tiene las comodidades necesarias para alguien recluido en prisión: cuenta con un baño, una ventana y una pequeña cama.
El exdictador tiene derecho a un mínimo de dos horas diarias para recibir sol al aire libre, pero siempre bajo la custodia y reglas del Servicio Penitenciario, y un equipo médico multidisciplinario está 24 horas en guardia a requerimiento.