El futuro del primer ministro Yorgos Papandreou depende del voto de sus propios legisladores. El gobernante partido Socialista heleno tiene una endeble mayoría de dos diputados en la asamblea de 300 escaños, pero una legisladora socialista dijo que no respaldará al gobierno.
Una revuelta de los socialistas y la presión internacional obligaron ayer a Papandreou a retractarse de llevar a referéndum el último rescate internacional pactado para Grecia, valuado en 130.000 millones de euros (¢92 billones).
Papandreou desató una crisis mundial cuando anunció el referéndum el lunes y los inversionistas temieron que el rechazo del plan –difícil de conseguir– empuje a Atenas a un desordenado cese de pagos de sus compromisos.
El ministro de Hacienda, Evangelos Venizelos, habló hoy por teléfono con su colega alemán Wolfgang Schaeuble, el presidente de los 17 ministros de Hacienda de la eurozona, Jean-Claude Juncker, y el Comisionado de Asuntos Monetarios de la Unión Europea Olli Rehn para comunicarles oficialmente la cancelación del referéndum.
El ministro les dijo que el propósito de la moción de censura de hoy es lograr el mayor consenso posible y la cooperación para beneficios del país, con la creación de un gobierno equivalente.
El ministerio no aclaró el significado. Indicó, empero, que Grecia debe estar válidamente representada en la reunión del lunes del eurogrupo en Bruselas y presentar las garantías políticas necesarias para que los acreedores internacionales entreguen el próximo tramo de ayuda crediticia _ unos 8.000 millones de euros (11.000 millones de dólares) _ a fin de evitar la bancarrota.