El Cairo. AFP. El presidente egipcio, Mohamed Mursi, otorgó ayer poderes policiales al Ejército hasta el anuncio el sábado del resultado de un referendo de un polémico proyecto de Constitución Política que divide el país.
Con este decreto, el Ejército tendrá la autoridad para arrestar civiles, una prerrogativa muy criticada durante el periodo en que los militares dirigieron el país tras la caída de Hosni Mubárak, en febrero del 2011 y hasta la elección de Mursi, en junio anterior.
El mandatario pidió al Ejército apoyar “a los servicios de Policía en total cooperación para mantener la seguridad y proteger las instalaciones vitales del Estado por un periodo temporal, hasta el anuncio del resultado del referendo sobre la Constitución”, estableció un decreto oficial.
En un comunicado, la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional denunció el texto y sostuvo que en él “hay una peligrosa falla que podría hacer que se procese a civiles en tribunales militares”.
El decreto, publicado en el diario oficial con el nombre de “Ley 107”, sigue a los choques y manifestaciones multitudinarias de los últimos días en El Cairo entre partidarios y detractores de Mursi, muchos de ellos de los Hermanos Musulmanes, la organización a la que perteneció el presidente.
El Ejército, que desea mantenerse neutral en la crisis de las últimas semanas, llamó anteayer al diálogo a ambas partes.